Un miembro del clan de los Vega Pisa, detenido con 73 'papelinas'

Miguel Ángel Vega Pisa, de 22 años, fue detenido sobre las 7 de la mañana del pasado jueves, acusado de llevar encima un monedero con 73 papelinas de heroína, según fuentes policiales. Este joven pertenece a un conocido clan asentado en el distrito de Tetuán, cuyos miembros estuvieron hace un mes a punto de ser linchados por los vecinos.La operación limpieza que las autoridades están realizando en el distrito de Centro "ha quitado de la circulación a muchos delincuentes", lo que ha hecho que otros se estén desplazando desde varias zonas de la capital para abastecer al mercado de la droga, según impresiones policiales.

Miguel Ángel Vega Pisa fue capturado por los policías de un coche patrulla, que sospecharon de él cuando se encontraba en la confluencia de las calles de Barco y Desengaño. En este lugar se reúnen las prostitutas y drogadictos que pululan por los alrededores de la Gran Vía.

Al ver a los agentes, Vega Pisa "mostró recelo y nerviosismo" por lo que aquellos decidieron proceder a su identificación. Cuando se disponían a solicitarle el carné, los policías observaron que el sospechoso tiraba al suelo un monedero que contenía 3.445 pesetas y 73 papelinas de heroína, según las fuentes informantes.

En el historial policial de Miguel Ángel figura que éste ha sido detenido en 21 ocasiones, la última hace cuatro meses por presunta implicación en un robo con fuerza.

El joven detenido pertenece al conocido clan de los Vega Pisa, oriundos de Oviedo. La familia, integrada por nueve hermanos, vive habitualmente en el distrito de Tetuán. Recientemente fueron víctimas de un intento de linchamiento cuando un numeroso grupo de personas quemó la vieja fábrica que los Vega Pisa habían ocupado. Los vecinos vienen sometiendo a un contínuo acoso a los 11 miembros de este clan, pese a que diversas fuentes consideran que en realidad se trata de marginados, sin ningún medio de subsistencia, obligados a delinquir para poder comer.

Miguel Angel Vega, analfabeto y consumidor de barbitúricos, parece que desde esta semana se había trasladado a trabajar a la zona Centro como repartidor de droga por encargo de otro traficante. Negó que fuesen suyas las papelinas de heroína que guardaba en el monedero intervenido, pero añadió que el dinero sí le pertenecía.

Un buen mercado

La operación limpieza emprendida en el centro de Madrid hace cuatro meses ha hecho que ahora estén fuera de la circulación numerosos traficantes de droga que actúan con asiduidad en esta zona. Sin embargo, la caída de estos delincuentes es aprovechada por los de otros barrios, que se trasladan al corazón de la capital sabiendo que allí hay un buen mercado.

La enorme presión ejercida en los últimos meses en esta zona ha hecho disminuir de forma notable la oferta de estupefacientes. Pero en el barrio hay gran número de drogadictos que necesitan inyectarse diariamente, cosa que han descubierto también otros traficantes.

Desde que comenzó esta operación limpieza, con el asalto al conocido antro de la calle de la Ballesta número 7, el número de incidentes y delitos callejeros ha descendido de forma importante en las calles próximas a la Gran Vía. No obstante, los traficantes y las prostitutas se han trasladado a los alrededores de las plazas de Santa Ana y Jacinto Benavente, tratando de huir del acoso policial.