Pobre Dalí
Pobre Dalí. Yo espero pasar más inadvertida por el mundo y tener una muerte más digna. Yo no quiero tener unos amigos así. No quiero aparecer agonizante en televisión, entubada, oliendo a muerte, no quiero un entierro-espectáculo, no quiero que decidan dónde he de ser enterrada y menos lejos de los míos, no quiero que sólo interese mi testamento.Todos sabíamos dónde quería ser enterrado Dalí, e incluso se podría suponer que a un hombre tan lleno de ingenio y aferrado a la vida no le gustaría ser fotografiado, expuesto, filmado, mientras moría.
Su m uerte ha sido un escándalo, no por el testamento del que tanto se habla ahora, sino por la falta de amor que han demostrado sus amigos.
Quizá Dalí, más listo que todos, decidiera alejar de las manos de estas fieras lo único que podía: sus obras de arte. Y luego se extrañan. Descanse en paz.-Teresa Osma Wakonigg.
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