La Vicaría de la Solidaridad se niega a entregar las fichas de heridos de bala

El vicario de la Solidaridad, el obispo Sergio Valech, se negó "en conciencia" a entregar las fichas médicas de heridos de bala y a revelar dónde están al fiscal militar Sergio Cea, quien fue ayer al organismo defensor de los derechos humanos para incautar los antecedentes clínicos. Al término de la diligencia judicial, que se desarrolló sin incidentes, el fiscal declaró que estudiará las acciones a seguir, entre ellas una posible acusación por desacato al vicario.

El desafío de Valech, que tiene el apoyo de la Iglesia católica, de la oposición y de los gobiernos europeos y el de EE UU, colocó al régimen en una disyuntiva: o intenta represalias, exacerbando sus tensiones con la Iglesia, o echa tierra al problema, debilitando a la justicia militar.

Fue un intento de incautación anunciado, después que el 1 de febrero la Corte Suprema ordenara al fiscal requerir las fichas médicas. Durante la espera hubo manifestaciones casi a diario de apoyo al organismo defensor de los derechos humanos. Cea entró a las 9.07 horas de ayer, acompañado por dos funcionarios del tribunal y un jefe policial, mientras un nutrido contingente antimotines de carabineros vigilaba el acceso exterior.

Acompañado por una funcionaria de la vicaría y rodeado de periodistas, el fiscal Cea caminó por los pasillos del organismo católico. En su trayecto pasó junto a la pequeña clínica donde la Iglesia atiende a los heridos en manifestaciones, que fue abierta para tratar a los torturados y familiares de detenidos desaparecidos. Valech lo recibió acompañado por el secretario ejecutivo del organismo, Enrique Palet.

"¿Dónde están las fichas?"

En la reunión, cuando Cea pidió las fichas médicas de los heridos que fueron atendidos en la vicaría entre enero de 1985 y diciembre de 1986, Valech le replicó: "En conciencia no se las puedo entregar". A la pregunta de "¿dónde están las fichas?", Valech contestó que no se encuentran en la vicaría, como ya sabía la justicia militar por declaraciones previas, y que "en conciencia" tampoco podía responder. Valech se amparó en la defensa del secreto profesional y Cea no intentó allanar la vicaría.Tres obispos católicos, el cardenal arzobispo de Santiago, Juan Francisco Fresno, organismos de derechos humanos y los partidos opositores apoyaron la actitud de Valech. Según la justicia militar, las fichas médicas darán antecedentes para la investigación sobre la muerte de un carabinero en abril de 1986, durante un asalto a una panadería realizado por el Frente Patriótico Manuel Rodríguez (FPMR). La vicaría, sin embargo, acusa a los tribunales militares de intentar quebrantar la confianza de las personas que acuden en busca de ayuda a este organismo y de un hostigamiento injustificado. Los tribunales militares han examinado las cuentas bancarias del organismo católico, los sueldos, previsión y plantilla de los funcionarios, durante los casi tres años que dura el proceso.