Médicos, no dioses
Los médicos, desgraciada o afortunadamente, no somos dioses y, por tanto, estamos sometidos aPasa a la página siguiente
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las mismas presiones psíquicas que cualquier ser humano; añádanle ustedes las responsabilidades derivadas del hecho de tener en nuestras manos la vida de otras personas y comprenderán fácilmente que la acumulación del estrés puede ponernos, en ocasiones, en situación límite.
Pues bien, esto no es todo; súrnenle las deficientes condiciones actuales de trabajo, que, sin ir más lejos, hace pocos días quedaron denunciadas públicamente por el Defensor del Pueblo en un exhaustivo informe de 100 folios y lógicamente llegarán a la conclusión de que la presión que sufrimos los profesionales médicos teóricamente sólo la podríamos soportar si fuésemos dioses.
Lo que todo nuestro colectivo médico está buscando, por diferentes caminos, es la exigencia de una práctica médica en condiciones más dignas para el paciente y el médico, núcleo que debería estar protegido del tratamiento sensacionalista de la noticia que en torno a él pueda surgir, evitando así una sobrecarga excesiva que puede hacer insufrible la práctica médica.
Existen afortunadamente en nuestro sistema democrático los caminos legales para juzgar la práctica médica, como son la vía administrativa de los comités deontológicos de los colegios de médicos, o el sistema de ínspección de las instituciones públicas y, en último caso, la judicatura, por lo cual resultan incomprensibles los juicios de valor que pue" emitirse sub júdice, o la mencion con nombres y apellidos de compañeros que, sin haber sido juzgados, se les da un tratamiento en inferioridad de condiciones que al convicto por atentar contra la seguridad ciudadana. No duden ustedes que, mientras los colegios de médicos nos mantengamos en pie, seguiremos luchando, bien con la colaboración o la denuncia si ello es preciso, para alcanzar una sanidad más ética, acorde con nuestro tiempo y responsabilidades.- Presidente del Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza.
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