La escasez de médicos que certifiquen los "milagros" pone en peligro las beatificaciones
La Congregación para la Causa de los Santos puede cambiar el concepto clásico de milagro y abolir las beatificaciones. Según el padre jesuita alemán Peter Gumpel, prelado del colegio de abogados del diablo, será necesario cambiar el concepto que hasta ahora se ha tenido de milagro en las canonizaciones, ya que se constata cada día una mayor aversión de los médicos para colaborar en la distinción entre una gracia y un milagro, es decir, algo que la ciencia es incapaz de explicar.
Esta tema se planteó durante la celebración del cuarto centenario de vida de la congregación, llamada popularmente la fábrica de hacer santos. Recientemente, según señaló el padre Gumpel, profesor de la Pontificia Universidad Gregoriana, en Estados Unidos un juicio definitivo sobre un milagro para una causa de canonización lo dieron un médico judío y otro protestante, mientras que en el Reino Unido hubo que acudir, para otro caso, a un médico agnóstico.De ahí su propuesta de que en un futuro inmediato la Iglesia acepte también como milagro válido para poder canonizar a alguien no sólo el físico, sino también el moral, ya que se preguntó si, por ejemplo, no es más milagrosa la conversión a la fe de un ateo que la curación de un caso desesperado de cáncer.
Otro de los grandes cambios podría ser la abolición de la beatificación, para la que se requiere hoy un milagro, como primer paso hacia la canonización. El mismo cardenal prefecto ha explicado que la beatificación, en la que la Iglesia no se juega aún su infalibilidad, es decir, en la que no se compromete a asegurar que el beato esté ya en el cielo, había nacido en el siglo XVI, cuando la Iglesia estaba asediada por las peticiones de santos. Para "aplacar dicha impaciencia" se creó la fórmula intermedia de la beatificación, para permitir un culto local o la devoción hacia algún religioso muerto en olor de santidad dentro de una congregación concreta y sólo para ella. Mientras que la canonización, con la cual el Papa sanciona "bajo infalibilidad" que dicho santo goza ya de la "visión de Dios" como premio a sus virtudes heroicas durante la vida, se reservaba para un culto universal.
El cardenal Pietro Palazzini, actual prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, presentódurante los actos conmemorativos el índice de actividades de eseantíquísimo dicasterio romano, que hafabricado miles de beatos y santos, y del que se deduce que los 10 años de pontificado del actual papa Wojtyla han sido proporcionalmente los más activos de la congregación, ya que en dicho período han sido proclamados 247 santos y 315 beatos.
Al cardenal Palazzini se le escapó la confesión de que a veces, para acelerar un proceso de canonización, la congregación "suele recibir recomendaciones", por ejemplo de embajadas, aunque no ha querido entrar en el delicado capítulo de si también se reciben regalos. De las recomendaciones dijo que no ve nada de malo en ello si después los que deciden no se dejan influir.
Mientras tanto, la congregación ha anunciado que están en marcha las beatificaciones de los dos pastorcillos difuntos de las apariciones de Fátima.
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