Convincente Minnelli
La temible frontera que separa lo ridículo de lo sublime sólo gente como Vincente Minnelli la cruza. Al otro lado de la propuesta realista de ¿Arde París?, Los cuatro jinetes del Apocalipsis -adaptación de la novela de Vicente Blasco Ibáñez y salto de la I Guerra Mundial a la segunda- juega a fondo y sin vergüenza la carta del decorado en estado de delirio y el color exaltado, tan exaltado como el de los oníricos cielos de El pirata: el color, para el rugiente Minnelli de los melos de esa época -segunda mitad de los cincuenta, primera de los sesenta-, era un credo. Claro que también hay fronteras para el espectador, y son muchos -devotos de Vincente Minnelli incluidos- los que aceptaron de mala gana ese París ocupado engendrado por la pastelería hollywoodiense. Cuestión de gustos, simplemente. Si se entra, podrá disfrutarse de un melodrama torrencial, floreado, pictórico y pasional, cruzado de temas importantes -el obligado enfrentamiento entre gente de la misma sangre, la conciencia que pide elección entre vida epicúrea o entrega a la causa...- e interpretado magistralmente por un equipo de actores de primera magnitud. Un río largo, caudaloso y movido por corrientes internas apasionantes.Los cuatro jinetes del Apocalipsis se emite esta noche, a las 2.00, por TVE-1.
