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LA REFUNDACIÓN DE A.P.

Fraga presenta al Partido Popular como alternativa

El presidente del Partido Popular, Manuel Fraga, anunció ayer el nacimiento de esta nueva formación como alternativa de gobierno ante la incapacidad de los socialistas de garantizar la paz social y el desarrollo económico del país. Aunque el PSOE lo ha querido ser "todo", a juicio de Fraga, "no es ni izquierda ni derecha, ni Estado ni sociedad, ni partido ni sindicato, ni chicha ni limoná". Fraga dio a entender que invitará a otras fuerzas para llegar a pactos que "cambien el mapa político", es decir, que desalojen a los socialistas en ayuntamientos y autonomías.

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Manuel Fraga clausuró el Congreso en que Alianza Popular cambió su denominación por la de Partido Popular con una intervención en la que consideró "agotado el discurso socialista", presentó el nacimiento del PP como una alternativa seria "con la que nos hemos librado del peligro de la priización [alusión al PRI de México]" y abogó por "una España más justa pero también moral, más moderna pero limpia". Candidato a presidente de la Xunta, ratificó su "compromiso firme y definitivo con Galicia" y advirtió que "el no ser competidor de nadie" en otros ámbitos le da toda la autoridad moral tanto para garantizar generosidad como para imponer disciplina.Aclamado por casi todos los compromisarios e invitados que abarrotaban el salón de plenos del Palacio de Congresos, mientras un rayo láser dibujaba en una pantalla "Fraga'89 presidente", el fundador de AP comenzó su discurso con un llamamiento a la consolidación de una alternativa de centro-derecha. El recién nombrado presidente del Partido Popular interpretó que la sociedad española está harta de "la inmoralidad pública en todos los niveles, de inseguridad fisica y jurídica, de falta de dirección y deseosa de soluciones para los verdaderos problemas".

Tras suscitar los aplausos de los asistentes con su agradecimiento a la labor de la Policía y a Antonio Hernández Mancha en el desarrollo del Congreso, así como su "homenaje" a las víctimas del terrorismo, Fraga invitó a una agrupación de esfuerzos frente al Gobierno. "No cabe meter la cabeza debajo del ala ni resignarnos a que otros nos digan cuál es el cambio que España necesita. Los que fuimos llamados reaccionarios pedimos aquí dinarnisirio, acción frente a los que están parando el país porque no saben qué hacer con él. Existe una crisis irreversible del discurso del socialismo. Los socialistas ya ni garantizan el desarrollo económico ni la paz social".

En su estilo habitual, que hacía diricilmente inteligible el final de numerosas frases, afirmó que el PSOE ha pretendido ser todas las cosas a la vez y ahora "ni es partido ni sindicato, ni Estado ni sociedad, ni izquierda ni derecha, ni chicha ni limoná". "Nada queremos arrebatar o destruir. No como otros, porque se empieza por repartir cortijos y se acaba teniéndolos", dijo.

Recuperado tras un momento de emoción, Fraga concluyó su intervención entre ovaciones del público puesto en pie, mientras sonaba por la megafonía una canción del grupo Europe.

Mociones en cascada

Manuel Fraga dio a entender que está dispuesto a pactar de forma inmediata con otras formaciones de centro o regionalistas para desalojar a los socialistas de ayuntamientos o comunidades autónomas. Esta sería una nueva reedición de la amenaza permanente de mociones de censura en cascada. Las palabras de Fraga a este respecto fueron las siguientes: "Estamos dispuestos a estudiar en cada Ayuntamiento, en cada diputación, en cada comunidad autónoma, a nivel nacional, cualquier otra recomposición del mapa político". Según la interpretación de Fraga, estas iniciativas entrarían en lo que entiende por "pactos poselectorales", ya que pactos de ese tipo caben en cualquier momento entre elecciones.

Estas declaraciones se produjeron ante los informadores una vez finalizado formalmente el congreso. Fraga se mostró distendido e hizo todos los esfuerzos posibles para no exteriorizar el desagrado que le produjeron algunas preguntas. Cuando ello ocurrió se aferró a su clásica fórmula: "No insista por ahí porque no tengo nada más que añadir".

El líder popular no estuvo dispuesto a recordar el pasado y mucho menos la ruptura de la coalición que formó con democristianos y liberales, menos aún cuando ahora abre sus brazos a todos. "Voy a mirar al frente y no al pasado, tengo la garantía de la experiencia y de las personas que me acompañan, de las que respondo personalmente". Como para algunos esta refundación recuerda a UCD, Fraga mostró su respeto hacia ese partido. "Tengo el mayor respeto hacia UCD y hacia muchas de las personas que intervinieron en ella, aunque no hacia todas. Muchas de las personas que hicieron ese edificio son aprovechables, ahora se suma todo lo bueno".

Muy parco se mostró en relación con su próxima entrevista con el inventor de UCD y actual presidente del CDS, Adolfo Suárez. "La fecha la pone él", dijo. Manuel Fraga, al hacerse cargo de un nuevo partido, pedirá las preceptivas entrevistas "con el jefe del Estado y el jefe del Gobierno" como manda el protocolo.

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