La filosofia de la ruleta

A pocas semanas de El gran pecador, de Robert Siodmak, vuelve a TVE El jugador de Dostoyevski en la versión que Karel Reisz -uno de los jóvenes valores del cine inglés de los sesenta en filmes como Morgan, un caso clínico- realizó en 1974 a partir de un guión de James Toback rara avis del cine yanqui donde las haya, autor de Melodía para un asesinato -que pudo verse de madrugada hace unos meses- y Un cebo llamado Elizabeth, singularísimos thrillers.La acción tiene lugar ahora en nuestros días y se centra en la figura de un profesor de literatura de Nueva York paulatinamente poseído por los demonios del juego e inmerso en un proceso de autodestrucción imparable e imparable. Bien respaldado por un actor que sabe dar lo mejor de sí mismo, James Caan, Reisz propone un drama psicológico austero, bronco, sin concesiones, un descenso al infierno del hombre irreprochablemente visualizado por la fotografia sombría de Victor J. Kemper y el montaje ágil, depurado, de Roger Spottiswoode, casualmente otro de los más interesantes cineastas americanos del momento.Un filme palestino -rareza extrema en nuestro suelo, tan monopolizado por las cinematografías de siempre- es la propuesta de Filmoteca TV, Boda en Galilea, glorificada en el festival de San Sebastián. Obra tal vez precaria en su factura, se ofrece, sin embargo, como un drama desgarrador tocado de denuncia y una fuerte carga ideológica.El resto de las películas han sido ya emitidas, una de ellas (El extraño, filme generalmente desprestigiado de Orson Welles pero de una fuerza visual y conceptual considerables) el pasado año. La otra, Las aventuras de Tom Sawyer, es un modélico ejemplar de cine de aventuras, que sabe mantener el espíritu de Mark Twain, con suculentas apariciones de Walter Brennan o Victor Jory.