El fiscal pide penas suaves para los acusados de la matanza de Heysel

El procurador del rey de Bélgica (fiscal general del Estado) solicitó el pasado miércoles penas de cuatro años de prisión para 15 de los 26 hinchas ingleses inculpados en la tragedia del estadio Heysel, de Bruselas, considerados culpables de los actos de violencia que provocaron la muerte de 39 personas y centenares de heridos el 29 de mayo de 1985, momentos antes de que la Juventus de Turín y el Liverpool disputaran la final de la Copa de Europa de fútbol.

La petición del fiscal representa la recta final de un proceso iniciado el pasado 17 de octubre. Las penas solicitadas son muy inferiores al "castigo ejemplar" que se pronosticaba antes del julcio para acabar con la violencia en el fútbol, ya que se predecían condenas de hasta 10 años de trabajos forzados. De los 26 hooligans del Liverpool Inicialmente implicados por numerosos testimonlos fotográficos y personales, sólo 15 han sido considerados responsables de "los golpes y heridas que provocaron la muerte sin intención de causarla". Sobre otros nueve acusados no existen pruebas suficientes, de acuerdo con el informe fiscal, mientras que los dos hinchas restantes han quedado al margen del proceso por hallarse cumpliendo condenas por otros delitos en el Reino Unido.

Con respecto a los tres implicados belgas (los dos oficiales que mandaban las fuerzas de seguridad del estadio y el responsable de la federación belga de fútbol), el infome fiscal remite su presunta culpabilidad a la apreciación del tribunal, aunque da a entender un grado de responsabilidad menor, por lo que las penas deberían ser, en todo caso, inferiores a tres años de prisión.

Sorpresa

La falta de una legislación apropiada para poder enjuiciar delitos de responsabilidad colectiva deja de manifiesto la incapacidad de la legislación para atajar el mal del fútbol. Los abogados defensores de los hooligans han manifestado su perplejidad por el hecho de que las penas solicitadas sólo afecten a los acusados que de alguna manera han reconocído su participación en los hechos. En los casos en que existe una contradicción entre los testimonios y la declaración de los inculpados, la estimación es que "deben formularse reservas en cuanto a la culpabilidad".El juicio de Heysel, desgranado hasta ahora en una interminable sucesión de audiencias plagadas de tecnicismos, corre el peligro de verse abocado al olvido. Los defensores calculan ya la posibilidad de obtener al menos la libertad bajo fianza para sus defendidos.