El TAV pone en la picota los 45.000 millones del plan de cercanías
La Comunidad de Madrid teme que el proyecto de tren de alta velocidad que baraja en estos momentos el Ministerio de Transportes eche por tierra los 25.000 millones gastados ya en el plan de cercanías y los 20.000 que quedan aún por invertir.Al Gobierno regional le preocupa también el destino incierto de los 200.000 viajeros que utilizan a diario el tren de cercanías, que une Madrid con el área metropolitana y con las provincias limítrofes.
Razones no le faltan, pues la propuesta que baraja el Ministerio de Transportes -adaptar al ancho de vía europeo el famoso tubo de la risa, que une Atocha con Chamartín- cerraría la puerta al tránsito de cercanías por el corredor que surca las entrañas del paseo de la Castellana, recorrido a diario por decenas de trenes procedentes del sur de Madrid.
La Comunidad es partidaria de una ruta alternativa que también estudia la Dirección de Infraestructura del Transporte: rodear el este de Madrid, pasando incluso por el aeropuerto de Barajas. Según fuentes del Gobierno regional, "esa sería la única forma de evitar grandes trastornos en el servicio de cercanías".
