Buena capacidad de absorción

Una sesión que se esperaba con cierto temor fue ganando adeptos entre los compradores a medida que las aborciones de papel se fueron generalizando y acabaron con las precauciones iniciales, con lo que la evolución de las cotizaciones osciló desde los pequeños recortes o las repeticiones de primera hora hasta los generosos avances del cierre, entre los que se contaban los de Telefónica y el sector bancario.Este empuje de los grandes contó, en el caso de las matildes, con un nivel de contratación elevado que justificó las subidas, mientras que los valores bancarios tuvieron que hacer algún que otro esfuerzo para estar en la foto del día. Aun así, fueron estos avances los que permitieron que el índice general terminara la sesión con signo positivo.

Hasta que llegó el momento de quitarse el miedo de encima, hubo una serie de valores, entre ellos eléctricas y automóviles, que sufrieron las consecuencias de la realización de beneficios que habían decidido protagonizar los inversores a corto plazo, con unos cuantos retrocesos de poca importancia que, a fin de cuentas, fueron la causa del buen ambiente que se respiraba a la hora del cierre. Los valores bancarios cargaron con la responsabilidad de mantener la orientación del mercado, y lo consiguieron a pesar de que alguno de ellos no se acordó de poner algo de su parte en el mecanismo de contratación.

Con todos sus defectos de forma, esta sesión ha conseguido gustar a casi todos los operadores e inversores, debido a la fluidez en la contratación y al buen nivel que mostró el negocio en unos momentos en los que se podía poner en duda la continuidad de una orientación alcista contra pronóstico.