Represión de las iglesias en Cuba
No es exagerado decir que los católicos cubanos son víctimas de represión y discriminación, como se afirma en el informe de la delegación oficial de la Iglesia católica alemana que visitó Cuba del 29 de noviembre al 5 de diciembre último, encabezada por el presidente de la Conferencia Episcopal Alemana, monseñor Karl Lehmann. La Junta de Autodefensa de Religiosos Perseguidos (Jarpe), desde su fundación misma en el presidio político en Cuba, en febrero de 1985, viene denunciando la total ausencia del derecho a la libertad de conciencia en nuestro país. Lo peor es que siempre sucede lo mismo: ciertos sectores de la misma Iglesia católica, cuando viajan a Cuba, se quedan maravillados con las obras que les presenta mediante el don del engaño el ángel caído de la revelación. No sólo de pan, salud, medicina, deporte y educación gratis vive el hombre. Y para corroborar lo que el prelado más progresista de Alemania, monseñor Karl Lehmann, ha denunciado en su duro informe respecto a la discriminación de que son objeto los fieles de la Iglesia católica en Cuba por parte de las autoridades del régimen, es mi deber, por razones de conciencia y no otras, denunciar y demostrar que en aquel país son una vieja práctica oficial del Estado la persecución, la cárcel, la discriminación y la marginación, ya no sólo contra los religiosos protestantes, sino también contra los católicos de una Iglesia cómplice, sorda y sin voz ante la denuncia o tan perjudicada como la que más.- Pastor evangelista cubano.
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