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Renfe registró el año pasaso unas pérdidas de 182.725 millones, con una reducción del 4,8% respecto a 1987

La Red Nacional de Ferrocarriles (Renfe) registró en 1988 un déficit de 182.725 millones de pesetas, lo, que supone una reducción del 4,8% respecto a las pérdidas de 191.951 millones contabilizadas el pasado año, según los datos presentados ayer con carácter provisional por el presidente de la compañía, Julián García Valverde. Estas pérdidas podrían verse incrementadas entre 2.000 y 3.000 millones como consecuencia de la revisión salarial derivada de la desviación registrada por el índice de precios al consumo.

El déficit contabilizado por Renfe en 1988 representa una disminución del 0,4% en relación a la previsión del contrato programa, que fijaba la cifra de pérdidas en 183.504 millones para el ejercicio recién terminado. No obstante, toda la cuenta de resultados está supeditada a larevisión salarial derivada de la evolución del IPC. El convenio suscrito por la compañía con los sindicatos estableció en el 3,3%. la subida correspondiente al pasado año, por lo que ahora. la empresa deberá restituir el diferencial con respecto al IPC definitivo de 1988 que se conocerá en los próximos días. La previsión de Renfe a este respecto apunta un incremento de gastos de personal entre los 2.000 y 3.000 millones de pesetas, que incidirán directamente en la última línea de la cuenta de resultados; esto es, en el déficit final.Poir otra parte, los resultados de gestión se han situado en unas pérdidas de 10.147 millones, derivadas de restar al déficit total de 182.725 millones las compensaciones por servicio público reglamentariamente fijadas por la CE, que fueron de 109.447 millones y los gastos financieros, que alcanzaron la cifra de 63.131 millones.

Resultados de gestión

Estos resultados de gestión representan una disminución del 54,9% respecto a los 22.492 millones de 1987, así como una reducción del 27,9% en relación a los 14.077 millones presupuestados en el contrato programa. Cabe señalar que los intereses de 63.131 millones de pesetas superan los objetivos del contrato programa, que limitaban dichos gastos financieros a un total de 59.980 millones. Esta desviación es imputable en medios de Renfe al incremento de algunas partidas de la deuda que los organismos institucionales, principalmente la Seguridad Social, mantienen con la empresa, si bien hay que subrayar que en los cuatro años anteriores Renfe redujo sustancialmente sus gastos financieros pese al incremento de su cifra total de endeudamiento.

García Valverde señaló que la mejora de los resultados de Renfe se debe tanto al crecimiento de los ingresos como a la reducción de los gastos. En este sentido, los ingresos se han situado en 157.607 millones de pesetas, frente a 151.617 en el ejercicio precedente. Los gastos fueron de 246.601 millones contra 253.645 al cierre de 1987.

Un análisis más detallado de las dos variables demuestra que mientras los ingresos superaron los objetivos del contrato programa, que apuntaba una cifra de 152.029 millones, los gastos no alcanzaron las previsiones iniciales, que establecían una reducción hasta un total de 244.853. En cualquier caso, el saldo final es positivo en la relación con el contrato programa.

Pese al crecimiento de los ingresos en términos económicos, la evolución comercial de Renfe demuestra una cierta recesión de los tráficos. Prueba de ello es que el transporte por unidades físicas en viajeros ha crecido sólo un 1,8%, mientras que en mercancías lo hace en un 2%, situándose ambas partidas en cualquier caso por debajo del nivel de crecimiento económico del país. De esta forma, los ingresos totales de Renfe derivados de la actividad puramente ferrovaria quedan establecidos en 119.543 millones, de los que 63.524 corresponden a viajeros y 56.019 a mercancías. El resto, 38.063 millones, hasta completar los ingresos totales de 157.607 millones corresponde a ingresos atípicos o extraordinarios.

García Valverde significó que en 1989 el principal objetivo de la empresa pública consiste en la gestión de la calidad, término bajo el que Renfe trata de poner en marcha una nueva cultura empresarial en virtud de la cual todos los empleados de la red se conciencien de la necesidad de mejorar los niveles del servicio.

Dicha calidad es, por otra parte, uno de los elementos clave que maneja la compañía en la propuesta de revisión de tarifas que están preparando los servicios técnicos de Renfe y cuya filosofía general enunciada por el presidente de la compañía es la de incrementar los precios en aquellos servicios que registran un mejor comportamiento de demanda. Las tarifas de Renfe fueron modificadas en el pasado mes de agosto.

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