"Cuando me vi sola me pregunté por qué no había muerto" dice la esposa del ingeniero ahogado

Los féretros de Vicente Daudí Ninot, ingeniero agrónomo valenciano que participaba en un proyecto de cooperación con Guatemala, y de sus dos hijas, Rosa María y Paola, los tres fallecidos como consecuencia del naufragio de un transbordador el pasado domingo en el citado país centroamericano, llegaron a mediodía de ayer al aeropuerto de Manises (Valencia), donde eran esperados por los familiares.

Rodeada de sus allegados, Rosa María Arnal intentó relatar en Valencia lo sucedido. Sus frases eran cortas e interrumpidas en muchos casos por las lágrimas. "Yo oí cómo Vicente me llamaba: '¡Rosa, Rosa!, y después volvió a sumergirse a por las niñas, y ya no lo vi más. Él me ayudó a salir. Yo veía cómo Paola se me ahogaba. Creo que me quité el bolso, que me apretaba en el cuello. Rosa sabía nadar y bucear, porque la semana pasada practicó. Y yo, por la noche, tenía miedo de los tiburones, por las niñas. Pero me dijeron que en aquella zona no hay. Cuando me vi sola en el barco me pregunté por qué no me había muerto también. Y Vicente, él también se encontró solo. Después todo eran muertos". El accidente se produjo mientras el transbordador, en el que viajaban 120 personas, hacía el recorrido Puerto Barrios-Livingstone, en aguas del Caribe. Al menos 57 personas murieron ahogadas, mientras que 46 fueron rescatadas con vida. Al parecer, el transbordador registró una avería en el motor en mitad de la travesía y tuvo que ser remolcado por una patrullera. Por causas que se desconocen, el transbordador volcó durante la maniobra de rescate. El capitán, de 22 años, ha sido detenido bajo la acusación de homicidio por transportar el triple de pasajeros de lo autorizado.

Vicente Daudí Ninot, de 40 años de edad, ingeniero agrónomo cooperante con Guatemala en el proyecto Trifino, según confirmó el Instituto de Cooperación Iberoamericana, era uno de los pasajeros. Sus tres hijos, Paola, Rosa María y Vicente, de siete, 11 y 13 años, respectivamente, y su mujer, Rosa María Arnal, de 37, viajaban con él.

Los féretros de los tres cadáveres llegaron ayer al aeropuerto de Manises (Valencia). Alrededor de 50 personas entre familiares y allegados, entre ellos las tres hermanas del fallecido, esperaban la llegada de la esposa y del hijo supervivientes. Las escenas más dramáticas se produjeron en el momento en que la mujer entró en la sala de pasajeros y los familiares acudieron a abrazarla en medio de grandes sollozos. La madre de Daudí, de 80 años de edad, todavía no conocía la noticia.

Rosa María y sus hijos se habían trasladado a Guatemala el pasado 2 de diciembre para vivir allí en compañía de Vicente Daudí. Según una hermana del fallecido, los niños iban a empezar el colegio en enero. "Era una familia que quería estar junta", señaló. El ingeniero agrónomo residió en varios países durante los últimos años, como Argelia y Arabia Saudí, y los hijos y la mujer siempre le acompañaron.

El avión, procedente de Guatemala, realizó escala en Madrid. La esposa y el hijo fueron recibidos por el secretario de Estado para la Cooperación Internacional, Luis Yáñez, y el embajador de España en Guatemala, Juan Pablo de la Iglesia. El proyecto Trifino, del que el ingeniero valenciano era cooperante, se inició en agosto del pasado año y tenía como objetivo adecuar varios miles de kilómetros de regadío en Guatemala, El Salvador y Honduras.

El entierro de las víctimas se celebró en la tarde de ayer en la localidad de Burriana (Castellón).