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El nuevo convenio entre España y EE UU preve una reduccion del 30% de fuerzas norteamericanas en 1992

El nuevo convenio bilateral defensivo entre España y Estados Unidos prevé que, durante los próximos tres años, un total de 12.777 soldados norteamericanos puedan residir en nuestro país, así como 1.600 civiles empleados en las bases militares. Esta cifra quedará reducida en alrededor de un 30% cuando, antes de mediados de 1992, se retire el ala táctíca de aviones F-16 de Torrejón de Ardoz, con lo que el personal militar actual quedará reducido de 4.482 soldados a un destacamento de 25 personas.

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La polémica cuestión nuclear retrasó la negociación

El texto del convenio, aprobado a finales de noviembre por el Consejo de Ministros y luego sometido al dictamen del Consejo de Estado, fue entregado en el Congreso de los Diputados en la noche del martes, para que, en febrero, inicie su tramitación, probablemente por el sistema de lectura única. El convenio consta de 69 artículos, ocho anejos y varios canjes de notas; es, en conjunto, más breve que el de 1982 -se han desgajado las materias culturales y científico-técnicas así como la cooperación sobre industria militar.Una fuente diplomática española definió ayer el convenio como "más operativo, situado en una mayor relación de igualdad con Estados Unidos", desde el momento en que España renuncia a contrapartidas económicas por la utilización norteamericana de las bases y otras instalaciones de apoyo.

Laboriosa negociación

La negociación de un texto que sustituyera al que caducó el pasado 14 de mayo, y que databa de 1982, fue más laboriosa y dura que en acciones anteriores, especialmente dado que el Gobierno español necesitaba cumplir el compromiso del referéndum de 1986 sobre permanencia de nuestro país en la OTAN, compromiso que preveía una significativa reducción de las tropas americanas en España.La negociación se prolongó desde el 15 de enero, cuando Madrid y Washington llegaron, finalmente, a un acuerdo para la salida de les 79 cazas F-16 esta cionados en Torrejón y concluyó formalmente (luego surgirían diferencias en la interpretación de las versiones en castellano e inglés), cuando, a finales de septiembre, se reunieron en Nueva York los respectivos ministros de Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez y George Shultz.

La salida escalonada de los F-16 y la consiguiente reducción de personal militar y civil en Torrejón de Ardoz hará que la base norteamericana más importante sea, con diferencia, la de Rota (Cádiz), con 5.250 militares y 746 civiles norteamericanos trabajando en ellia. En Zaragoza habrá 2.105 militiures y 188 civiles, en Morón (Sevilla) 486 militares y 46 civiles, repartiéndose algo más de otros 200 soldados americanos entre las distintas estaciones de comunicaciones repartidas por España.

Sin embargo, la retirada de los F-16 no se iniciará sino con la entrada en vigor del convenio, lo que no se producirá hasta su aprobación por las Cortes.

Esta aprobación, por más que la tramitación se produzca mediante el sisterna de lectura única, no tendrá lugar antes del mes de abril, por cuanto el texto que ahora ha entrado en la Cámara Baja no comenzará a debatirse hasta febrero, ya que enero es mes de vacación parlamentaria.

Fuentes diplomáticas españolas señalaron que el número de soldados norteamericanos que podrán permanecer en España a lo largo de los próximos tres años (antes, por tanto, de que se consume la reducción de personal en Torrejón) es sensiblemente semejante al convenio de 1982. Pero estos mismos medios subrayaron que "en ningún momento ha llegado a alcanzarse el tope permitido, de algo más de 12.000 soldados y 1.600 civiles; jamás ha habido en España más de 9.500 soldados americanos".

El preámbulo del convenio señala que ambas partes "reconocen que la seguridad y la plena integridad territorial de España y los Estados Unidos de América contribuyen al mantenimiento de la paz y a la seguridad de Occidente".

También afirman que la cooperación de ambos para la defensa "está basada en el pleno respeto a la igualdad soberana de cada país y comporta obligaciones mutuas y un reparto mutuo de cargas defensivas" en el mercado bilateral "y en el de su participación en la Alianza Atlántica".

El primer capítulo está dedicado a disposiciones generales, el segundo a las instituciones de apoyo, el tercero a las autorizaciones de uso, el cuarto al estatuto de fuerzas norteamericanas en España, el quinto al estatuto de fuerzas españolas en Estados Unidos, y el sexto a disposiciones finales.

Los anejos están dedicados a definiciones, bases y establecimientos y niveles de fuerzas autorizados, normas complementarias sobre escalas de buques, telecomunicaciones y electrónica, almacenamiento, transporte y suministro de combustible, contratación de obras y servicios, servicios médicos y asuntos laborales.

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