Un consejero de Jordi Pujol aboga por la reforma del Estatuto y las movilizaciones

Un grupo de dirigentes de Convergència Democràtica de Catalunya (CDC), entre los que se encuentra el conseller de Agricultura de la Generalitat, Josep Miró Ardèvol, solicitará en el próximo congreso del partido que se reforme el Estatuto de autonomía y que se auspicie una movilización popular "para elevar el rango de la soberanía catalana".

Entre los dirigentes de CDC que han participado en la preparación de las enmiendas a la ponencia política que se debatirá en el próximo congreso del partido, a celebrar en enero, se encuentra, además del conseller del Gobierno Pujol, el diputado de Convergencia Jaume Casanovas.El conjunto de enmiendas tiene en común la pretensión de ampliar el techo de autogobierno de Cataluña, aunque, en ocasiones, entra en confrontación con la política de un cierto pragmatismo impulsada por el presidente de la Generalitat. Medios próximos al secretario general por delegación de CDC, Miquel Roca, mostraron su preocupación por las enmiendas, ya que abrirán un debate político no deseado por la actual dirección.

Una de las enmiendas dice: "La única garantía para recuperar y mejorar el autogobierno, para dotar de seguridad y estabilidad sus competencias, es iniciar una revisión del Estatuto de autonomía con la perspectiva de conferir un nuevo rango a la soberanía catalana. En definitiva, se trata de transformar el actual Estado español, único y unitario, en otro en que el carácter plurinacional tenga un reconocimiento claro y concreto en la nueva autonomía". La misma propuesta aboga por conseguir un Estatuto "que nos confiera determinadas atribuciones de Estado". Según sus impulsores ésta es una meta alcanzable dado el carácter de Reino que tiene España. "No solo es compatible, sino que es consecuencia lógica del planteamiento federal y confederal que hacen otras fuerzas políticas", agregan.

Sensibilizar a los ciudadanos

Para sensibilizar a la opinión pública de la necesidad de reformar el Estatuto se propone "una movilización progresiva, global y masiva" de todo el pueblo de Cataluña, encabezada por sus instituciones de gobierno. Una movilización que debería estar precedida de una voluntad negociadora con la Administración central, "desde la confianza en nosotros mismos y en la explicitación rotunda de la fuerza pacífica y democrática de nuestro pueblo".Los dirigentes de CDC que apoyan las enmiendas consideran que esta nueva estrategia precisa un replanteamiento político en Cataluña y que CDC debería catalizar, como la fuerza nacionalista más importante, la construcción de un bloque social y político.

Como consecuencia de este planteamiento se defiende "la necesidad de introducir un nuevo clima en la relación con las otras fuerzas políticas", incluidos los socialistas catalanes.