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El poder del "factor Q"

Las estrellas de la televisión dominan el mundo de los famosos en Estados Unidos

Cada año, al llegar estas fechas, se repite incesantemente la misma polémica alrededor de la publicación del más importante termómetro de la popularidad en Estados Unidos, los denominados Q ratings. Este año, de nuevo, las principales figuras de la televisión han copado los primeros lugares de la clasificación, por encima incluso de las más conocidas estrellas cinematográficas. BilL Cosby, Michael J. Fox y Clint Eastwood han ocupado, respectivamente, los tres primeros puestos este año.

La expectación que despierta la publicación de los Q ratings es sólo comparable a la ola de críticas en contra que acompaña a su difusión. El origen de la polémica radica en la excesiva simplicidad de la obtención de los datos que muchos artistas consideran como injusto y perjudicial para sus intereses.Cada año, entre los meses de mayo y junio, 6.000 norteamericanos son encuestados sobre el grado de conocimiento de alrededor de 1.500 personalidades de la vida artística, cultural y económica en Estados Unidos. A continuación, las personas sondeadas también deben elegir aquellas figuras por las que sienten especial admiración. Con la mezcla de ambos baremos se establece el Q score (marcador Q), que equivale a un índice de notoriedad.

La televisión, un año más, se ha convertido en la gran triunfadora de los Q ratings de esta temporada. Las principales figuras del medio han copado la mayor parte de los primeros puestos de la clasificación, por encima de sus principales competidores, las estrellas cinematográficas. En 1988, Bill Cosby ha vuelto a ocupar con gran ventaja sobre sus seguidores la primera posición. Sus índices resultan impresionantes, aun que parecen encontrarse en una ligera línea descendente. Bill Cosby, según el estudio, es conocido por el 96% de los encuestados y obtiene un marcador Q de 57 (lo que significa que el 57% de las personas que lo conocen lo consideran uno de sus personajes favoritos). Hace apenas unos años, el propio Bill Cosby estableció un récord no superado aún, al conseguir un marcador Q de 7 1.

En la clasificación de los 10 más populares le sigue el joven Michael J. Fox, conocido en España por su trabajo en el cine (Regreso al futuro y El secreto de mi éxito), aunque en EE UU debe en gran medida su notoriedad gracias a su participación en la serie televisiva Family ties (Lazos familiares). Tras él se sitúan tres grandes figuras clásicas del cine, Clint Eastwood, Katherine Hepburn y Paul Newnian. A continuación, después de Robin Willianis (elevado al estrellato con su participación en la película Goodmorning Vietnam), se colocan los principales actores que participan en los programas de mayor éxito de la televisión. Estelle Getty (Sofía, en Las chicas de oro), Carol Burnett, Tom Selleck (conocido en medio mundo por su trabajo en Magnum Detective Privado) y Betty White (Rose, en Las chicas de oro también) completan este Top 10 del estrellato en Norteamérica.

Una gran difusión

La influencia del marcador Q en la carrera de los artistas no es, desde luego, decisiva, pero, al igual que ocurre con las listas de éxito en la música pop, su difusión es muy grande e indudablemente todo el mundo desea figurar en los primeros lugares. Las principales quejas que muchos artistas manifiestan contra esta clasificación se centran en su indiscriminación. Para aquellos que realizan trabajos que consideran de alto valor artístico no deja de ser molesto acabar por compartir una misma valoración en una lista junto a la cerdita Peggy, de The Muppet show, y a Victoria Principal, como le ocurrió a Ed Asner (Lou Grant).

Otro de los factores puestos en entredicho es el criterio de selección de las personalidades a las que se incluye en el sondeo (este año, 1.450). Esta selección se realiza por un particular sistema. Todo aquel que desea ser incluido en la lista debe pagar 950 dólares (unas 100.000 pesetas). En el caso de las cadenas de televisión suele contratarse un precio global por todas las estrellas de la compañía alrededor de los 70.000 dólares (casi 10 millones de pesetas).

Estos y otros motivos más, hacen que los artistas no duden en manifestar su escepticismo sobre la utilidad de los datos. Simultáneamente, los mejor situados en la clasificación tampoco esconden su satisfacción por el hecho. Angela Landsbury (Jessica Fletcher en Se ha escrito un crimen) ha obtenido este año un marcador Q de 35, después de perder seis puntos respecto al año pasado y salir por ello del codiciado Top 10. En su opinión, el problema es que se valora la notoriedad de los personajes, no de los actores. La valoración la comparte Estelle Guetty (Sofía en Las chicas de oro), que va aún más allá: "No creo que la gente quiera a Estelle Getty, sino la personalidad y el carácter que representa en la ficción. Yo soy Estelle Getty, no Sofía".

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