Mejora la opinión de los ciudadanos sobre su economía
En el último trimestre no ha cambiado la valoración de la situación económica de la nación (el 17% dice que es buena; el 50%, regular, y el 28%, mala). Sin embargo, ha mejorado notablemente el estado de opinión respecto de las economías particulares y el tono vital de la sociedad. Todo ello registrado en las vísperas de la huelga general del 14 de diciembre. Este es el dato más significativo que se desprende del sondeo del Instituto Demoscopia, sobre la situación económica y el tono vital de los españoles, al finalizar 1988.
Un 19% dicen que la situación económica ha mejorado y un 63% que no ha cambiado, frente al 16% y 56%, respectivamente en el mes de octubre. El porcentaje de los que han empeorado desciende del 26% al 16%; un descenso que resulta estadísticamente muy significativo y que no se había producido antes en los últimos años. El empeoramiento es más frecuente en el País Vasco (23%), Asturias (23%) y Andalucía (20%), así como entre aquellas personas que se consideran pobres (28%) o los que votaron a IU (27%). Para quienes menos ha empeorado sería para los votantes del PSOE (11 %).Por otra parte, el índice de tono vital sube ligeramente por encima del índice de diciembre de 1986 y muy por encima de diciembre del año pasado, y es más alto que en ningún otro momento de 1988. Con un valor total de 59 entre 0 y 100, recoge una mejora en los indicadores de actividad y optimismo.
Surge la interesante cuestión sobre cómo tal estado económico y de ánimo de la sociedad se compadece con el paro masivo unos días más tarde, el 14 de diciembre. Prescindiendo de la alta proporción de personas que hicieron huelga por miedo o por dificultades para trasladarse al lugar de trabajo, la respuesta más sólida que la investigación sociohistórica y socialempírica puede avanzar es que no cuando se está peor es cuando más se protesta, sino cuando uno cree tener derecho a mejorar más. Es lo que la moderna psicología ha denominado situaciones de "privación relativa", particularmente frecuentes en períodos de expansión económica. Con términos distintos se trata de una explicaciónn que se ha venido dando a ciertas manifestaciones de rebeldía social desde Aristóteles a Marx pasando por Maquiavelo. En nuestro caso, en que el crecimiento económico se ve acompañado de un bloqueo estructural del sistema de representación política o de partidos o de articulación política de las demandas sociales, la explicación de la privación relativa adquiere un perfil propio.
Coincidiendo con la neta mejora en la percepción de la situación económica actual, sobre todo familiar, se registra un para lelo aumento de la proporción de españoles que se consideran satisfechos con la vida que llevan (83%. ahora, frente a 77% en 1987, 72%. en 1984 y 74% en 1980). Al mismo tiempo, y no sin
cierta paradoja, disminuye algo el porcentaje de quienes dicen adentrarse en el nuevo año con confianza: 62% en la actualidad, 67% el año pasado por estas fechas y 70% hace justamente dos años. Es decir, la mejoría de la situación económica en vez de disparar el optimismo ante el futuro inmediato parece propiciar más bien un cierto aumento de las actitudes de cautela y prudencia. No aumenta, en efecto, la proporción de quienes se disponen a entrar en el nuevo año con temor (que se mantiene estable en torno al 1051.), sino la de quienes dicen no sentir ni confianza ni temor ante 19,89.
La adivinación del futuro
Pero, en conjunto, los españoles parecen poco atraídos por las distintas ofertas de -adivinación del futuro: uno de cada cuatro dice leer, con alguna frecuencia, el horóscopo de periódicos y revistas, y más del 90% dice no haber solicitado nunca la elaboración de un horóscopo personal o la adivinación del porvenir por medio de la lectura de manos, de cartas, del tarot, etcétera. La misma naturaleza esotérica de la mayoría de tales prácticas parece precluir, de entrada, un seguimiento y aceptación masivos de las mismas. Por ello quizá lo significativo al respecto resulte ser que casi un millón y cuarto de adultos parezcan haber solicitado a expertos en astrología la elaboración de un horóscopo personal, y que a casi dos millones les hayan adivinado el futuro.
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