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Rodríguez Bolaños accede a la dirección de un órgano consultivo de la CE a la que aspiraba Pujol

JOSÉ ANTICH, ENVIADO ESPECIAL El enfrentamiento entre representantes del poder regional y del local registrado ayer en Bruselas durante la sesión constitutiva del Consejo Consultivo de las Colectividades Regionales y Locales ante la Comunidad Europea (CE) privó al presidente de la Generalitat catalana, Jordi Pujol, de culminar una laboriosa jugada para acceder a la vicepresidencia del organismo. Los regionalistas -básicamente representados a través de la Asamblea de Regiones de Europa (ARE)- al encontrarse en minoría frente a los representantes de los municipios tuvieron que aceptar que el representante de la ciudad de Mainz (República Federal de Alemania), Joseph Hofmann, accediera a la presidencia, cortando así el paso al presidente de la ARE, y de la región italiana del Véneto, Carlo Bernini, que deberá limitarse a ocupar el puesto al que aspiraba Pujol. Un español, el alcalde de Valladolid, Tomás Rodríguez Bolaños, que ostenta la presidencia de la Federación Española de Municipios ocupará la vicepresidencia que le corresponde a los representantes de los municipios.

La sesión constitutiva del consejo asesor ante la CE estuvo plagada de toda una serie de incidentes entre los representantes regionales y locales. Los primeros intentaban abrirse paso y tener una representación paritaria mientras los segundos se resistían a ceder protagonismo. La representación en el consejo es claramente favorable a las posiciones municipalistas al formar parte en representación de las regiones miembros de zonas europeas donde el sentimiento regional casi no existe. Curiosamente, el presidente de la Comisión Europea, Jacques Delors, en su alocución de ayer se refirió al importante papel que debe jugar el movimiento regional en la construcción europea.

La sesión se inició con una propuesta de los representantes locales que proponían crear un buró político de 10 miembros que se encargara de la actividad más cotidiana del consejo. Aunque la fórmula podía ser aceptada por los representantes regionales, no se llegó a debatir a fondo ya que los primeros aportaron un equipo cerrado que respondía poco a los intereses regionales. Entre estas lo personas tan sólo había un español, Rodríguez Bolaños.

Los intentos de Pujol por entrar en el buró político podían terminar fructificando hoy, aunque sus posibilidades eran limitadas. Además de las restricciones que los representantes locales están imponiendo a los de las regiones, el presidente de la Generalitat no cuenta con el apoyo decidido de los representantes socialistas, como ya le ocurriera en la reciente reunión de la ARE celebrada en Madeira (Portugal).

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