Los 'gigantes' de Asia se acercan
El primer ministro indio, Rajiv Gandhi, inicia mañana una visita a China con la intención de poner fin a la guerra fría entre los dos países
El primer ministro indio, Rajiv Gandhi, viaja mañana a Pekín con la intención de romper el hielo que separa a ambos países desde el enfrentamiento armado de 1962. La visita ha sido cuidadosamente preparada por los dos Gobiernos, que parecen igualmente interesados en mejorar sus relaciones bilaterales. El encuentro entre Gandhi y su colega Li Peng será la primera cumbre entre la India y la República Popular China desde que Zhou . Enlai visitara Nueva Delhi a invitación de Jawar harlal Nehru, en junio de 1954.
Los jefes de Gabinete de los dos países más poblados de¡ mundo dedicarán su encuentro, según Gandhi, a "buscar una solución pacífica a la disputa fronteriza" y a "reconstruir las relaciones bilaterales". Sin embargo, no se esperan durante la visita gran des acuerdos ni que se avance en la resolución de la disputa que dio origen a la avanzada china sobre la India para "darle una lección".Gandhi, si bien ha expresado reiteradamente que espera "cimentar los lazos" con su vecino comunista, también trata de evitar que las expectativas se disparen. "Tenemos que pavimentar el camino para crear una atmósfera que favorezca la resolución de nuestros problemas mutuos", dijo el pasado jueves a una comi sión parlamentaria de su partido, el del Congreso.
Detrás del tenue acercamiento chino-indio se encuentra el acercamiento chino-soviético, que los indios miran con recelo. El líder soviético, Mijail Gorbachov, durante su reciente visita a Nueva Delhi ha asegurado que éste no se realizará a costa del enfriamiento de las relaciones India-URSS, pero expresó la necesidad de que la India arregle sus problemas con China.
Pekín ha calificado la visita de "gran acontecimiento", y asegura que se dispone a dar a su huésped una "calurosa bienvenida", pero el Ministerio de Exteriores indio no se ha atrevido a confirmar el encuentro de Gandhi con el hombre fuerte de China, Deng Xiaoping. El recelo y la cautela siguen siendo las constantes entre ambas diplomacias.
Tras la guerra de 1962, cuyo disgusto, aseguran los indios, causó la muerte a Nehru dos años mas tarde, China y la India no intercambiaron embajadores hasta 1976. Las negociaciones fronterizas comenzaron al final de 1982, pero hasta ahora los avances han sido mínimos. La India reclama a China unos 10.000 kilómetros cuadrados al norte de Cachemira, mientras que China reclama a la India 13.000 en la zona de Tíbet.
El Ministerio indio de Exteriores ha realizado un enorme esfuerzo por ultimar al máximo la agenda del encuentro. Desde noviembre, K. P. S. Menon, secretario de Estado, ha viajado dos veces a Pekín, mientras Natwar Singh, ministro de Estado, estuvo en los tres países de Indochina -Vietnam, Laos y Camboya-. La retirada vietnamita de Camboya y la presencia de tropas indias en Sri Lanka serán los dos puntos regionales que se discutirán más detalladamente. Tanto la India como China conceden gran importancia a una determinada influencia regional.
Los recelos del Dalai
El acercamiento de Pekín y Nueva Delhi provoca serios recelos entre los tibetanos exiliados en la India. El Dalai Lama, jefe religioso y del Gobierno tibetano, desde su residencia de Dhararnshala, en él Estado indio de Himachal Pradesh, dijo días atras que Rajiv Gandhi debe de utilizar su viaje a China para encontrar una solución al problema tibetano."Cuando [Gandhi y su colega Li Peng] discutan sobre la lla mada frontera chino-india estarán hablando sobre la situación de Tíbet", aseguran fuentes tibetanas.
El último número del mensual Tibetan Bulletin, publicación oficial del Gobierno tibetano, insta a la India a no "menospreciar" su fuerza frente a China y expresar claramente ante su vecino el derecho del pueblo tibetano a determinar su destino.
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