La última ópera de Philip Glass, en 'Metrópolis'

Mil aeroplanos sobre el techo (1.000 airplanes on the roof) es el título de una ópera en la que los ordenadores son los principales instrumentos musicales. La última producción del compositor Philip Glass, máximo representante de la escuela neoyorquina de música repetitiva, ha sido calificada de ópera de ficción científica. El programa Metrópolis ofrece hoy una entrevista con Glass en su estudio de Nueva York, además de fragmentos de sus más recientes producciones.

La última obra de Philip Glass fue presentada dentro de la programación musical de Berlín, capital cultural europea, como una ópera de ficción científica. La obra 1000 airplanes on the roof se desarrolla en un escenario compuesto por campos de proyección multidimensionales, y la música está interpretada casi en su totalidad por ordenadores. La obra ha sido escrita por David Henry Hwang. Es la primera vez que Glass trabaja como director teatral.Los trabajos de Philip Glass son mundialmente conocidos, tanto sus óperas como sus conciertos con el Philip Glass Ensemble, o sus bandas sonoras para películas como Koyaanisqatsi y Powaqatsi.

Como intérprete puede figurar en las listas de discos más vendidos con interpretaciones de obras de música clásica o con composiciones dirigidas a un público ajeno a este mundo y más cercano a cierto pop, aunque, en sus manos, algo más refinado. El Metropolitan Opera House de Nueva York se llenó dos veces seguidas con la primera de sus óperas, Einstein on the beach, con dirección escénica de Robert Wilson, y considerada la creación más célebre del movimiento musical minimalista-repetitivo. A ella le siguió The Olympian, encargada expresamente para la inauguración de los Juegos Olímpicos de Los Ángeles; Satyagrapha (1980), The photographer (1982) y Akhenaton (1984).

Repetitivos

La reacción repetitiva actúa en Estados Unidos frente al casi academicismo serial y postserial, y tiene como antecedente a John Cage. Philip Glass figura junto a La Monte Young y Terry Riley como máximos representantes de esta tendencia. Sin embargo, las composiciones de Glass han conservado siempre cierta línea melódica que las hace más accesibles, a diferencia de las de otros miembros de esta tendencia con obras totalmente disonantes. Sus trabajos tratan de combinar la música actual con manifestaciones artísticas de danza, teatro y expresiones multimedia.Entre sus trabajos musicales más cercanos al pop figura, sobre todo, su disco Song from liquid days, en el que cantaban Linda Ronstadt y las hermanas Rochel. Las canciones tenían letras de Paul Simon y David Byrne.

El programa Metrópolis ofrece esta noche una aproximación a este artista a través de una entrevista realizada en su estudio de Nueva York, de un pequeño concierto en exclusiva, y de la recuperación de la mayor parte de sus trabajos estrenados en los últimos años.

Metrópolis se emite a las 24.00 por TVE-2.