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La Fuerza de Intervención será la aportación de Tierra a la OTAN y podrá actuar fuera de España

Carlos Yárnoz

La principal aportación militar del Ejército de Tierra español a la OTAN será la Fuerza de Intervención Rápida (FIR), y España aceptará la posibilidad de que esa fuerza actúe en determinadas ocasiones fuera del territorio nacional, aunque siempre bajo mandos españoles, según aseguran altos oficiales del Cuartel General del Ejército. El próximo mes de enero comenzarán las negociaciones o reuniones técnicas para concretar cuál será esa contribución militar, centrada en dos de las misiones de la OTAN: la defensa del propio territorio y el empleo de España como zona logística y de retaguardia.

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Unidades de voluntarios

El Ministerio de Defensa y los cuarteles generales, junto con el jefe del Estado Mayor de la Defensa, teniente general Gonzalo Puigcerver, trabajan hoy en la estructura que tendrán en un futuro próximo las unidades de intervención más inmediata. Los estudios ya realizados incluyen la creación de una Fuerza Operativa Conjunta de Intervención Rápida (FOCIR), integrada por unidades de los tres ejércitos, a cuyo mando estará el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad).Por arte del Ejército de Tierra, el componente de esa fuerza operativa conjunta será la FIR. Esta Fuerza de Intervención Rápida del Ejército la integrarán, en un primer nivel, la Legión, las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet) y la Brigada Paracaidista. La Legión dejará Fuerteventura y, dentro de tres años, estará instalada en su totalidad en, Ronda (Málaga).

Serán esas tres las unidades de choque o de primera línea y todos sus miembros serán profesionales de¡ Ejército o soldados voluntarios especiales que firman contratos de permanencia en los ejércitos por varios años. De esta forma, ningún soldado procedente del contingente obligatorio se vería envuelto en los primeros choques originados en un hipotético conflicto.

En caso necesario, según las fuentes informantes, a la FIR podrán incorporarse, en un segundo nivel, unidades de refuerzo que teóricamente intervendrían en una fase posterior al inicio del conflicto. Se trata de la Brigada de Alta Montaña, con base en Jaca (Huesca); una brigada mecanizada aún no determinada; la Brigada de Caballería situada en la, Región Noroccidental; la Brigada Aerotransportable, con base en La Coruña, y alguno de los seis Grupos de Operaciones Especiales (GOE).

La FIR tendrá un cuartel general permanente y estará al mando de un general de división del Ejército de Tierra, quien actuará como principal colaborador de¡ jefe del Estado Mayor de la Defensa en las actuaciones de la unidad, cuya organización y estructura jerárquica continuarán estando bajo el jefe del Ejército de Tierra.

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La figura del Jemad

La figura del jefe del Estado Mayor de la Defensa, que todavía hoy no tiene delimitadas sus competencias en el terreno operativo, se verá reforzada en un futuro próximo con la creación de los llamados Mandos Principales. Serán éstos los jefes de los tres ejércitos, que dependerán directamente, también en el terreno operativo, del jefe del Estado Mayor de la Defensa.

Sobre la aportación militar a la OTAN, el Ejército de Tierra se ha incorporado a la discusión correspondiente con gran retraso en relación al Ejército del Aire y la Armada. En el Cuartel General de Tierra se estima que este hecho se debe a que el Gobierno español se precipitó hace años -concretamente cuando en mayo de 1985 se explicó oficialmente el denominado memorándum sobre la OTAN- al explicar en la Alianza que ningún soldado español intervendría, ni siquiera en caso de crisis, fuera del territorio nacional.

"Es absolutamente falso que los españoles vayan a hacer el servicio militar lejos del Estado español", aclaró el ministro de Defensa, Narcís Serra, en Santa Coloma de Gramanet (Barcelona) en marzo de 1986, durante un acto público organizado por los socialistas dentro de la campaña para el referéndum de la OTAN.

Posteriormente, en enero pasado, el Ejecutivo precisó que los ejércitos actuarán "preferentemente" en la zona de interés estratégico español, pero no eliminó una hipotética intervención en Centroeuropa.

Actualmente, en el deslizamiento sobre esa cuestión, ya hay mandos del propio Ejército de Tierra que proponen la posible instalación de una pequeña unidad -tipo compañía (unos 120 hombres), dicen- en primera línea del hipotético frente centroeuropeo, de forma que el inicio de un conflicto entre ambos bloques conlleve inmediatamente "un compromiso de sangre" por parte española. Esta posibilidad, sin embargo, es considerada hoy "muy remota" por Defensa.

Hasta hoy, el Gobierno había admitido que unidades navales y aéreas intervinieran, en misiones de la OTAN, en lugares alejados de la zona de interés estratégico más cercana a la península. En el caso delas fuerzas terrestres, esa posibilidad había sido considerada siempre, al menos en intervenciones públicas, como muy alejada. Actualmente, sin embargo, se idmite en el seno del propio Ejército.

Del control de refugiados a la defensa de bases

Las dos misiones en que estará centrada la aportación militar del Ejército de Tierra a la OTAN son la defensa del propio territorio nacional y la utilización de España por los aliados como zona logística y de retaguardia. La Armada y el Ejército del Aire cubrirán, prácticamente en exclusiva, las otras cuatro misiones que España cubrirá en la Alianza, concretadas en la defensa aérea, acciones navales y aéreas en el Mediterráneo Occidental, intervenciones navales y aéreas en el Atlántico Oriental y control del Estrecho de Gibraltar y sus accesos.Para realizar esas misiones, el jefe del Estado Mayor de la Defensa firmará en los próximos meses acuerdos de coordinación con los mandos aliados afectados. Así, los acuerdos correspondientes al Ejército serán suscritos con el Comandante Supremo Aliado en Europa (Saceur).

Centros de municiones

Dentro de los cometidos asignados al Ejército de Tierra, figurará el control fronterizo de los millones de ciudadanos centroeuropeos que se dirigirán hacia el Sur en caso de grave crisis entre los bloques. También se incluirá la defensa de los centros designados para el almacenamiento de armas y municiones para los aliados y la de, lugares previstos para la recepción de las diversas fuerza.s procedentes del continente americano.

Junto a estas misiones, el Ejército de Tierra también deberá garantizar el rriantenimíento de las redes de comunicación y enlaces desde España con los países aliados, asi como la defensa de todo el territorio nacional ante cualquier posible incursión procedente, por ejemplo, del norte de África.

La actividad de la Fuerza de Intervención Rápida (FIR) también se encaja en varias de las misiones señaladas, pero, por sus características de movilidad y especialización, podrá ser empleada ftindamentalmente para desplazarse más allá de las fronteras españolas -Francia o Italia, sobre todo- para reforzar algunas zonas que se consideren más débiles en el flanco sur de la Al¡anza.

Al respecto, los mandos milítares consultados recuerdan que el Gobierno aún no ha decidido la forma en que España podrá integrarse -si finalmente así se acuerda- en la hoy denominada brigada franco-germana, cuyo ámbito de actuación también sería Centroeuropa.

Cuando desde Defensa se ha especulado con una posible adhesión española a esa iniciativa, se ha hablado de unidades como a Brigada Paracaidista o las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet) -con helicópteros de transporte y de ataque- como las más adecuadas para incorporarse.

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Sobre la firma

Carlos Yárnoz
Llegó a EL PAÍS en 1983 y ha sido jefe de Política, subdirector, corresponsal en Bruselas y París y Defensor del lector entre 2019 y 2023. El periodismo y Europa son sus prioridades. Como es periodista, siempre ha defendido a los lectores.

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