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Hitier, 'el hombre de Amedo', en Francia, había sido detenido varias veces en España

Christian Hitier, considerado el hombre de Amedo en Francia y uno de los máximos responsables de los GAL, había sido arrestado en diversas ocasiones en España antes de que el subcomisario entrara en contacto cen él y le ofreciera colaborar con la policía y participar activamente en la lucha contra el terrorismo de ETA. Este dato, uno de los más significativos y representativos de la minuciosidad con que se organizó y se escogió a los miembros de la trama de los GAL en Francia, se encuentra recogido en la propia declaración de Hitier depositada en el Juzgado de Instrucción de Bayona, donde el juez Armand Riberolles investiga la estructura y alcance de la organiza ción terrorista.

Christian Hitier, de 52 años de edad, natural de París y afincado en Pau (Francia), era ya un viejo conocido de la policía española cuando en 1984 empezó a colaborar con el subinspector José Amedo Fouce en la lucha antiterrorista contra los refugiados de ETA en el sur de Francia. Hitier había sido arrestado en reiteradas ocasiones por la policía en San Sebastián, Bilbao y Madrid, por razones de seguridad y coincidiendo con la visita a España de destacados dirigentes de la Administración francesa. Las retenciones de Hitier duraban muy poco tiempo, ya que era puesto en libertad al finalizar las visitas oficiales de los dignatarios franceses.Hitier era, en opinión de los servicios de Seguridad, un provocador significado por su activa y permanente militancia en grupos de la extrema derecha francesa. Según la ficha policial, a la que ha tenido acceso este periódico, Hitier empezó a militar en Francia a comienzos de la década de los sesenta en un grupúsculo clandestino y paramilitar de carácter nazi, denominado la Jeune Nation, con el nombre supuesto de Muller.

Esta organización dio su apoyo a la OAS -Organisation de l'Armée Secréte- durante el conflicto de Argelia y se convirtió en uno de los sectores más radicales en la lucha colonial. Cuando los militantes de la Jeune Nation se sintieron traicionados por la política "pactista" del general De Gaulle, llegaron a propugnar la construcción en Argelia de una nación independiente regida por los europeos. Determinados historiadores aseguran, sin embargo, que algunos militantes de la Jeune Nation desempeñaron un papel ambiguo y se convirtieron en provocadores y confidentes policiales.

El grupo de Hitier -OAS, sector Jeune Nation- jugó un papel muy activo en Argelia y se trasladó a la metrópoli para continuar con su labor terrorista, cuando se hizo evidente el proceso de autodeterminación que finalizaría con el nacimiento de la República Popular y Democrática de Argelia.

Atentados en Francia

En el período comprendido entre 1961 y 1962, el grupúsculo de Hitier perpetró diversos atentados en Francia y, especialmente, en París. Entre los meses de diciembre de 1961 y febrero de 1962, efectuó ametrallamientos de sedes de partidos políticos, robos de armas en cuarteles y el atentado contra el príncipe griego Mauragardato de Scarlati -28 de febrero de 1962-, quien se suponía que financiaba a los independentistas argelinos.

A finales de 1962, el grupo de Hitier fue desarticulado por la policía francesa, pero Hitier tuvo tiempo suficiente para huir a España, desde donde, al parecer, continuó vinculado a la OAS. Un sector importante de la organización se instaló en Barcelona y estructuró una red a través de la cual se suministraba armas y explosivos a los militantes que continuaban luchando en la metrópoli. En el otoño de 1963 el grupo de Hitier fue juzgado por la Cour de Surété de l'État -tribunal de excepción creado en 1963 y suprimido en 1981- y se impusieron graves penas, pero ello no afectó a Hitier, quien, aunque fue condenado en rebeldía a 20 años de cárcel, sería amnistiado posteriormente.

Entre los militantes de la OAS vinculados al grupo de Hitier y juzgados en el otoño de 1963 se encontraba Jean-Luis Perret, que fue condenado a seis años de cárcel. Años más tarde, Perret y Jean-Pierre Cherid se convertirían en miembros destacados del clan de pieds noirs exiliados en España dispuestos a colaborar en la lucha sucia contra ETA. Hitier fue, a partir de 1984, el continuador de la obra de Jean-Pierre Cherid, ex responsable del Batallón Vasco Español, la organización parapolicial creada en 1978 para hostigar a los refugiados en el sur de Francia. Hitier tomó el relevo, cuando Cherid falleció el 19 de marzo de 1984 en Biarritz mientras colocaba un artefacto explosivo en un coche de un militante de ETA.

Contactos con Amedo

Hitier impulsó, bajó el contro del subcomisario Amedo, la nueva etapa de los Grupos Antiterroristas de Liberación y ocupó uno de los puestos de responsabilidad en la dirección y estructuración del grupo en Francia. Las vinculaciones de Christian Hitier en los GAL se desvelaron en septiembre de 1987, cuando se descubrió en Francia un zulo que contenía diversos documentos y objetos relacior ados con el grupo. Christian Hitier logró huir de una redada, por segunda vez en su historia. Abandonó su refugio de Andorra y se instaló en Bélgica, donde fue detenido en marzo de 1988. El pasado mes de noviembre, Bélgica concedió a Francia la extradición de Hitier.

Éste confiesa en su declaración ante el juez que instruye el sumario de los GAL en Bayona y a la que este periódico ha tenido acceso, que tuvo contactos con los subcomisarios Amedo y Michel Domínguez desde 1985. A continuación reflexiona y rectifica para señalar que los primeros contactos con los dos policías españoles datan del año anterior, 1984. Asegura, en sus manifestaciones judiciales, que los tres se reunieron en diversas ocasiones en Andorra y en Bilbao y que se comprometió -se utiliza textualmente la palabra francesa engagé- en la lucha contra el terrorismo vasco, aunque asegura que nunca participó personalmente en ningún atentado. Añade en su información que no conoce a ningún miembro más de la trama de los GAL, aparte de Raymond Sanchis y Patrick Pironneau, a quienes considera amigos desde la infancia.

Este ex militante de la Jeune Nation está acusado formalmente por el juzgado de Bayona de un delito de asociación para delinquir y de haber participado personalmente en el atentado perpetrado el 11 de diciembre de 1984 en Hendaya (Francia) al colocar una bomba en el coche del militante de ETA Juanjo Izadi Lizarazu de Abetxuco, que resultó con heridas. El juzgado sospecha también que Hitier pudo haber adquirido en Andorra el fusil marca Remington que fue utilizado el 25 de febrero de 1984 para asesinar a Eugenio Gutiérrez, El Tigre.

El pasado 29 de noviembre Hitier prestó su primera declaración ante el juez de Bayona y negó su participación en los atentados terroristas perpetrados por los GAL. La investigación sobre la trama antiterrorista en Francia no ha hecho más que empezar.

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