El caso del Iliushin 76 permite estrechar los lazos diplomáticos entre Israel y la URSS
El caso de los cinco secuestradores soviéticos transportados a Tel Aviv y devueltos ayer por las autoridades israelíes ha puesto de manifiesto, por una parte, un nuevo enfoque humanitario de las autoridades soviéticas en el caso de un secuestro aéreo, y, por otra, el funcionamiento de¡ vínculo formalmente temporal entre Israel y la URSS como una auténtica relación diplomática.
El ministro de Exteriores soviético, Eduard Shevardnadze, agradeció ayer al jefe de la delegación consular israelí en Moscú, Arie Levin, la ayuda prestada por Tel Aviv en el caso del avión soviético secuestrado y la devolución de los secuestradores, según informó la agencia oficial Tass. Se trata del primer encuentro a ese nivel que mantiene la delegación israelí en la URSS.[El ministro de Exteriores de Israel, Simón Peres, se mostró "encantado" por esta reunión, "que se produjo en una forma amistosa y bien organizada". "Esto", dijo Peres, "mejora en forma importante el clima entre la Unión Soviética y nosotros", informa Reuter.]
El secuestro de un Iliushin 76, con una tripulación de ocho personas, y su aterrizaje en Tel Aviv fue el último capítulo de una dramática historia que comenzó el jueves en la ciudad de Ordzhonikidze, al norte del Cáucaso, y en la parte meridional de la República Federativa Rusa, con la toma de un autobús con 30 escolares, una maestra y el chófer como rehenes.
Conferencia del KGB
En una insólita conferencia de prensa celebrada ayer el vicepredente del Comité de Seguridad del Estado (K GB), Vitali Pononianov, explicó cómo se había entregado drogas, dinero y un avión de carga a los secuestradores con tal de salvar a los rehenes amenazados con ser quemados vivos durante una tensa negociación de 22 horas que se prolongó desde la ciudad de Ordzhonikidze hasta el aeropuerto de Minealnie Vodi.Los secuestradores, cuatro, según las autoridades soviéticas, y cinco según las israelíes, insistieron en viajar a Israel precisamente por la falta de relaciones diplomáticas con la URSS y en la creencia de que allí existía un Gobierno anticomunista.
Un avión especial fletado ayer desde Moscú debía traer anoche Mismo a los secuestradores, según dijo Ponomariov, que acudió en persona a Mineralme Vody al frenne de un comando especial.
Pavel Yakshiyants, un conductor de 38 años natural de Krasnodar, dirigía a la banda de secuestradores. Yakshiyants, adicto a las drogas, según las informaciones soviéticas, había sido juzgado en tres ocasiones, una de ellas por robo a mano armada. Vladimir Muravlyov, Gera y German son los nombres de los otros secuestradores.
La maestra y los niños, sin comer ni beber, soportaron temperaturas bajo cero en el interior del autobús en tanto que los secuestradores, hacían valer sus argumentos tras rociar con gasolina el interior del autobús.
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