Renfe

Con fecha 11 de noviembre de 1988 publican en EL PAÍS un artículo en el que llegan a la conclusión de que "Renfe lucha contra la inercia de sus empleados, que generan numerosas quejas de los usuarios", por retrasos de los trenes, suciedad, abandono, aglomeración en los trenes de cercanías, etcétera.La conclusión debe calificarse de falta de conocimiento o, cuando menos, de malintencionada, ya que culpa a los trabajadores de la generación de las quejas de los usuarios del ferrocarril, cuando las realidades son otras. Éstas son algunas de ellas:

1. Los retrasos de los trenes no se producen por inercia de los trabajadores. Son debidos a fallos en el material motor y rodante o en las instalaciones viarias, ante los cuales nada puede hacer el trabajador ferroviario. Es mucho más razonable buscar las causas en los incumplimientos de los ciclos de reparación y conservación del material y de las instalaciones, o en la mala planificación de la circulación, cuestiones que competen a la dirección de la empresa y que están condicionadas por la falta de inversiones en el ferrocarril durante los pasados años y la escandalosa reducción de plantilla. Se ha pasado de los 74.000 trabajadores que había en el año 1982 a 53.000 en 1988.

2. Ante la suciedad o abandono detectado en algunos trenes, debe aclararse que los trabajadores no tienen ninguna culpabilidad. Estos trabajos son concertados por la dirección de Renfe con contratistas, y el recorte presupuestario habido en Renfe durante los últimos años para estos menesteres hace que esta extraña figura empresarial mantenga su margen de beneficios, reduciendo drásticamente las plantillas y, consecuentemente, el número y la calidad de la limpieza de los vehículos.

3. Tampoco entendemos cómo la aglomeración de viajeros en los trenes de cercanías puede considerarse como una responsabilidad de los trabajadores ferroviarios. En todo caso, será consecuencia de la falta de material o instalaciones necesarias para incrementar la capacidad de transporte, y esto es responsabilidad del Gobierno y de quienes nombran para dirigir la empresa ferroviaria.

Lamentamos que hayan sido precisamente los ejecutivos de la dirección de Renfe los que hayan podido confundir a la autora del artículo. Entendemos que estos ejecutivos silencien que los trabajadores de Renfe hemos elevado la producción de la empresa, situándola en el índice más alto de todas las empresas ferroviarias europeas, y que esta productividad no es aún más elevada por la ineptitud de la actual dirección, que en sus años de mandato ha situado el transporte por ferrocarril español en la cota más baja de la historia.-

Sindicato Ferroviario de CC OO.