Benedicto Alfaro
Una fundación para la patología de la columna vertebral
El 25 de febrero pasado, Benedicto Alfaro, empresario madrileño de 47 años, fue operado en París por el prestigioso traumatólogo francés Roy-Camille de espondilodistasis, una enfermedad invalidante de la columna vertebral. Ocho meses más tarde, Alfaro ha creado una fundación que lleva su nombre sobre "Avances en patología de la columna vertebral". La fundación, que tendrá un presupuesto anual superior a los 100 millones de pesetas, pretende realizar todo tipo de actividades que tengan por objeto el desarrollo de la terapéutica de los procesos patológicos de la columna vertebral.
Benedicto Alfaro recuerda que fue al día siguiente del secuestro de Emiliano Revilla en Madrid cuando él, en París, fue operado por el equipo de Roy-Carnille, de 61 años y presidente de la Sociedad Francesa de Cirugía Ortopédica y Traumatológica. Había llegado una semana antes a la capital francesa a la consulta del traumatólogo -cirujano asimismo del actual ministro francés de Asuntos Sociales, Michel Gillibert-, y éste le había hecho un diagnóstico "grave" de su enfermedad y le había citado en la mesa de operaciones para tres meses mas tarde. Alfaro, después de remover París de arriba abajo, consiguió que a la semana siguiente, un jueves, día dedicado a consultas por el traumatólogo francés, las 20 personas del equipo de Roy Camille estuvieran en los quirófanos dispuestas a iniciar una operación de siete horas.Es un hombre que desborda optimismo -"cualquier cosa en la vida tiene aspectos positivos"- y afirma de sí mismo que consigue casi todo lo que se propone. Casado y separado y padre de tres hijos, Benedicto Alfaro se considera un triunfador en el concepto más integral de la palabra, pero no un hombre con éxito. "No sólo porque me vayan bien los negocios, sino porque mi carácter y mi personalidad están compaginados, porque tengo un nivel de libertad imporitante, porque no tengo problemas con mis hijos...".
Su excelente recuperación y el conocimiento adquirido por su tremenda curiosidad sobre la patología de la columna vertebral, de la que habla como un verdadero experto, le han llevado a la creación de la fundación, cuyo director médico es el traumatólogo Pablo Fernández-Miranda, hijo del fallecido Torcuato Femández-Miranda, y el asesor científico, Roy-Camille. Entre los fines primordiales de la fundación figura el de organizar todo lo necesario para desarrollar una estructura de transporte y atención urgente de lesionados de la columna vertebral, entre los que contará con un helicóptero el próximo mes de enero. "Se estima que de un 15% a un 20% de los pacientes con traumatismos graves muere por un deficiente rescate y un tardío y mal transporte. Por ello, cualquier avance terapéutico será inútil si no se consigue que el lesionado sea trasladado rápida y adecuadamente a un hospital".
La fundación, cuyo campo de actuación se limitará a la Comunidad de Madrid, establecerá contactos con la Administración y los centros sanitarios para desarrollar sus fines. También ofrecerá a traumatólogos españoles becas de estudio y especialización en el hospital de La Pitié-Salpetriere de París.
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