Propuesta del Gobierno sueco para reducir los impuestos
El ministro de Finanzas del Gobierno socialdemócrata de Suecia, Kjell Olof Feldt, presentó una propuesta de reducción en el sistema impositivo, que es considerada como el inicio de una nueva etapa en la materia. Hasta donde es posible prever, resulta difícil anticipar si la propuesta se inscribe en el marco de las modificaciones del modelo sueco típicamente socialdemócrata, que han sido anticipadas y están en estudio de equipos especializados del partido.
Quedan todavía algunos aspectos importantes sin una respuesta clara en el proyecto presentado, entre otros, la financiación de los 60.000 millones de coronas (1,1 billones de pesetas) que las arcas estatales dejarán de percibir. En cualquier caso, y en opinión de los observadores, el proyecto original del ministro debió sufrir algunas matizaciones, ex¡gidas por la Central de Trabajadores (LO) para darle su aprobación, concretadas en la aceptación por el Gobierno de que el coste del nuevo sistema impositivo no sea pagado por los sectores más débiles y que la reducción no afecte al sector público.Según la propuesta, todos los asalariados que perciben menos de 170.000 coronas anuales, cerca de¡ 90%, se verán beneficiados por la derogación total de impuestos estatales. El ciudadano sueco paga impuestos estatales, que son votados por el Parlamento y tienen carácter progresivo, es decir, a mayores ingresos, mayores Impuestos, e impuestos municipales, que son aplicados por los consejos de cada comuna y son proporcionales, lo que quiere decir que de cada 100 coronas hay que pagar un porcentaje que generalmente está por encima del 50%. También son disminuidos los llamados impuestos marginales, que son los que se aplican a los ingresos extras, obtenidos generalmente por quienes ya poseen buenos ingresos.
El capital
Para compensar los 60.000 millones de coronas, el Gobierno aplicará una serie de impuestos indirectos, que afectarán a mercaderías y servicios, préstamos bancarios, propiedad inmobiliaria, etcétera.El nuevo sistema impositivo afecta también al capital, entre otras formas, a través de la aplicación de medidas más estrictas para evitar la deducción de impuestos.
Curiosamente, la propuesta del Gobierno ha sido, en general, bien recibida por la oposición burguesa, los empresarios y la dirección de la central obrera.
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