La infidelidad

Desde que han dejado de ir a confesarse, los franceses de 18 años y más han adquirido la costumbre de contar sus secretos a los encuestadores. Pero, ¿son tan sinceros como antes? Los hechos, en su ausencia de crudeza, son éstos: nuestros conciudadanos serían cada vez más fieles. Si examinamos todo lo que separa a primera vista una muestra nacional de 1.000 personas estratificada por regiones, el 64% de los franceses piensa que es imposible de hecho amar a dos personas a la vez. El 9 1 % estima que la fidelidad es de hecho (69%) o más bien (22%) indispensable en el matrimonio. Estas cifras asombrarán a los pobres pecadores. Y otra cosa: los franceses cada vez esconden menos su conducta. No les avergüenza su virtud. Hay que señalar que los más fieles en el matrimonio son los más jóvenes (72%) y los más viejos (81%). Los más jóvenes porque no están casados y los más viejos porque son fieles a una cierta idea del matrimonio. Entre los jóvenes domina la fidelidad amorosa: el 61 % de los que están entre 25 y 34 años y el 58% de entre 18 y 24. El peso de los convencionalismo s entre los más jóvenes nos asombra: el 21% de ellos lo son por principios. Nuestros jóvenes son más coherentes. Partidarios de la fidelidad en el matrimonio, los que tienen entre 18 y 24 años son también los menos indulgentes con el pecador. La mujer más fiel, más sincera, más amorosa, más lúcida y menos cobarde tendería a comportarse como una mujer. 26 de noviembre