El blindaje de un vehículo policial hace fracasar una trampa bomba de ETA
El blindaje de una furgoneta zeta del Cuerpo Nacional de Policía hizo fracasar la madrugada de ayer, en Bilbao, una trampa de la organización terrorista ETA. Un coche bomba cargado con 20 kilos de amonal y 50 de metralla, según los primeros cálculos oficiales, estalló al paso de la furgoneta, causando únicamente heridas leves a los tres agentes que la ocupaban. Una joven de 22 años que pasaba por el lugar sufrió heridas de pronóstico reservado al explotar previamente una bomba menor, destinada a atraer a las fuerzas de seguridad.
Por otro lado, ETA se atribuyó anoche, a través de una llamada a la agencia France Presse, los atentados contra la Dirección General de la Guardia Civil -el pasado martes en Madrid-, así como el perpetrado ayer contra un vehículo policial en Bilbao y los realizados esta semana en concesionarios de automóviles franceses. Asimismo, la organización terrorista recomienda a la población civil que se aleje de las cercanías de instalaciones militares.El atentado de ayer estaba concebido como.una trampa para obligar a la dotación policial a pasar junto al lugar donde se había aparcado el coche bomba, preparado con un potencial mortífero similar al empleado en los grandes almacenes Hipercor, de Barcelona, donde perdieron la vida 22 personas. El vehículo, un Renault 21 con matrícula de Madrid, pertenece a la empresa Rent a Car, dedicada al alquiler de automóviles.
Minutos antes de las tres de la madrugada, una bomba estalló en la sucursal de la Caja de Ahorros de Vizcaya de la calle Zamácola. La explosión, de mediana potencia, causó daños en la fachada y rotura de cristales. La onda expansiva alcanzó a Ana María Goirigolzarri, de 22 años, natural de Getxo (Vizcaya). La joven, que pasaba por el lugar, sufrió fractura de un antebrazo y fue ingresada en el hospital civil de Basurto, donde fue sometida a una intervención quirúrgica.
Avisada la policía, una dotación de tres agentes a bordo de una furgoneta se dirigió al lugar.Para llegar a la sucursal de la caja de ahorros por la calle de Zamácola, de dirección única, el vehículo debía pasar necesariamente entre el coche bomba y un camión pesado aparcado enfrente. El segundo explosivo fue activado, según informaron ayer fuentes oficiales, por un dispositivo de radiocontrol.
El estallido del artefacto desplazó la furgoneta, perforada en varios puntos por los tornillos usados por los terroristas como metralla, pero el blindaje de la carrocería y los cristales salvaron la vida de los tres ocupantes. Los tres policías sufrieron traumatismo acústico, conjuntivitis y esguince cervical, respectivamente, en todos los casos de carácter leve. La explosión destrozó varios automóviles aparcados cerca del coche bomba y desplazó un camión.
La enorme potencia del artefacto y la carga de metralla no causaron una tragedia, señalaron fuentes oficiales, por el escaso tránsito de vehículos en la zona a esa hora.
El presidente del Gobierno vasco, el peneuvista José Antonio Ardanza, que por la mañana participaba en un acto oficial cerca de Bilbao, declaró que tanto el atentado de ayer como el perpetrado en Madrid contra la Dirección General de la Guardia Civil representan una huida hacia adelante de ETA. "Quisiera que esos sectores minoritarios que apoyan a ETA% dijo el lehendakari, "vayan perdiendo el miedo y la vergúenza, pero sobre todo el miedo, y se vayan posicionando en contra".
