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Tribuna:EL FÚTBOL Y LA HUELGA DEL DÍA 14
Tribuna
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¿De qué juega Txiki?

Jorge Valdano

Tiene nombre de extremo hábil, zurdo y fino, pero no es así como se juega por la izquierda. Txiki Benegas juega para el público y los buenos futbolistas juegan para el equipo. Algunos nos damos cuenta. Hasta Butragueño, de cultura y gestos diestros, se mueve mejor por la izquierda dándole un sentido a la palabra solidaridad. En ajedrez se llama enroque y ya alcanzó el grado de normal. Tan normal como que un zurdo le llame rojo a un sindicalista o que un diestro le suelte esquirol a un trabajador sin ánimo de huelguear. Todo normal.El problema no es ese. Tampoco es que bajo un Gobierno socialista fracase la concertación. social, los bancos sean máquinas de ganar dinero y no haya destino más seductor que el de llegar a yuppie. El verdadero problema que tiene este país es que Michel y Butragueño ganen 100 millones al año y que, encima, se permitan el lujo de derribar alevosamente, en el borde mismo del área, a miles de jóvenes ilusionados con meter el gol de su vida gracias al plan de empleo juvenil.

Algo complicado de entender, pero normal.

Cuando Benegas dice que Ies preguntaría a MIchel y Butragueño si están en contra de que el Gobierno quiera sacar de la calle a jóvenes como ellos, que no sólo no ganan cien millones al año, sino que no han tenido la oportunidad de lograr una cualificación o de ser 15Útbolistas" propone, subliminalmente, otra cosa. Este mensaje dirigido a la opiniónpública, analizado en la moviola, viene a decir que "la España del PSOE es tan maravillosa y las centrales sindicales tan disparatadas, que se suman al paro trabajadores de cien millones". Elige el fútbol como campo de polémica para que le escuchen muchos y para que se le entienda todo.

Puede ocurrir que me exceda en el aprecio de la habilidad del socialista con nombre de extremo izquierdo y que su intención no sea la de sacar rédito político a la manipulación de los medios. Quizás no entienda cómo Michel y Butragueño no se ponen a disfrutar de su condición de ricos y famosos sentándose a compartir el festín que el Gobierno les sirve a empresarios y banqueros.

A lo mejor habla de lo que no entiende y en su ingenuidad llega a creer que el fútbol está plagado de Micheles y Butragueños. Tengo dudas sobre los motivos, pero guardo la certeza de que se equivocó.Origen trabajador

Benegas, como tantos intelectuales y políticos, sigue viendo en el futbolista un elemento decorativo sin derecho al compromiso. Se da la circunstancia de que su visión corresponde a la de¡ viejo capitalismo industrial.

El fútbol nace y se fomenta como deporte de masas para resolver el ocio obrero cuando la mecanización racionaliza el trabajo favoreciendo la tendencia a lajornada de ocho horas y al disfrute del fin de semana. Fue por eso que Gerhard Vinnai dijo: "Los goles que se conviertan en la cancha son los goles en contra de los dominados". Más de un siglo después los dominantes siguen marcando y el goleador esta vez es Txiki Benegas.

Los millonarios y modestos jugadores actuales provienen, en un porcentaje abrumadoramente mayoritario, de familias trabajadoras. Si el origen del fútbol y de los futbolistas es trabajador, y si su consideración laboral es la de trabajador por cuenta ajena, el que pregunta soy yo: ¿Qué tiene de extraño que la AFE deje su testimonio de solidaridad al mundo del trabajo en un momento de lucha? ¿Qué tiene de innoble que dos privilegiados pierdan la tranquilidad respaldando a quienes les necesitan?.

Una vez más la clase política baja al terreno de juego para utilizar el fútbol y su poderoso poder de cautivación.

En la torturada y difícil Argentina del 78, un militar dijo con respecto al Mundial: "Cuando no hay objetivos políticos suele ganar el mejor". Traigo el feo recuerdo de aquella cita sin asociarlo a las desafortunadas declaraciones de Benegas, pero apenado por la constancia de que también en democracia el fútbol es arma política.

Yo le pediría al tercer hombre del PSOE que juegue en su puesto solucionando los grandes problemas que incumben a su responsabilidad, y que deje que Michel y Butragueño se encarguen de la alegría.

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