Aumenta la tensión entre Gil y Mendoza a una semana del partido Madrid-Atlético

Las deterioradas relaciones entre Ramón Mendoza, el presidente del Real Madrid, y Jesús Gil, su homólogo del Atlético, han alcanzado una situación de máxima tensión en las últimas jornadas. El Madrid envió el pasado martes una carta a Gil en la que le indicaba que no era invitado al palco del Bernabéu en el partido que ambos clubes deben jugar la próxima semana. Gil, por su parte, amenazó ayer con presentar al equipo juvenil o al de reservas como represalia por la actitud de su colega madridista. La Liga Profesional de Clubes anunció ayer que no iba a intervenir en el conflicto.

El Madrid y el Atlético se enfrentan la próxima semana en el Bernabéu, sin que se sepa aún si jugarán el sábado o el domingo. Sin embargo, cuando el partido aún queda lejano en el calendario, la tensión verbal entre ambos presidentes es extrema.El nuevo capítulo de enfrentamiento entre los dos dirigentes se inició el pasado martes, cuando el Madrid envió una carta a Gil invitándole a no acudir al palco en el encuentro del Bernabéu debido a las difíciles relaciones entre ellos en los últimos meses. Curiosamente, la reacción de Gil se ha dirigido hacia otras declaraciones de Mendoza, en las que el presidente madridista anunciaba su propósito de impedir la retransmisión del partido por las televisiones autonómicas.

Gil amenazó ayer con llevar adelante un "preacuerdo" de su junta directiva según el cual el Atlético presentaría en el Bernabéu a su equipo de juveniles o a uno de reservas. Esta decisión choca con la reglamentación de la Federación Española de Fútbol, que en su Libro 32, título 42, capítulo 12, artículo 27, apartados 1, 2 y 3, dice: "Los clubes están obligados a participar en las competiciones oficiales con su primer equipo. Se considerará primer equipo el que esté integrado por ocho jugadores, al menos, que se hayan alineado en cinco encuentros de la temporada de que se trate". En la campaña pasada, cuando el título ya estaba decidido a su favor, el Madrid alineó en Vigo a Ochotorena; León, Mandía, Mino, Camacho; Aragón, Aldana, Maqueda (Maceda), Jankovic (Gallego); Llorente y Santillana. Cuatro de ellos -Ochotorena, León, Mandía y Aragón-, como mínimo, no cumplían ese requisito, según el Atlético, pero nadie dijo nada.

Gil, sin embargo, manifestó ayer a Efe: "Alinearemos a los juveniles porque el Madrid nos quiere tomar el pelo a las comunidades autónomas, a las televisiones y a todos los clubes Mendoza quiere ganar 50 millones más con la televisión estatal y el Atlético no consentirá que se haga negocio a costa suya. A mí me han obligado a televisar y me he aguantado No entiendo por qué hay que hacer una excepción con el Madrid. Si un club puede vulnerar un contrato, pueden hacerlo los demás". De mantener su postura, Mendoza se arriesga a pagar una indemnización de 32 millones a las cadenas.

Advertencia

Pedro Centeno, abogado del bufete de Gil recientemente nombrado gerente del clubo, realizó ayer, a su vez, una advertencia al nuevo entrenador, el británico Ron Atkinson: "Le guste o no a Atkinson, se deberá someter a la decisión de la directiva porque él es un empleado del club. Además, no hay que tomar al pie de la letra lo de juvenil. El Atlético tieneen sus categorías inferiores a unos muchachos formidables".Mendoza, por su parte, afirmó: "Los temas de este ciudadano [Gil] no los comento. No tengo ninguna declaración que hacer, aunque me figuro que dentro de unos días habrá desmentidos sobre lo que antes se ha dicho. Es la historia de siempre, en la que también caen los medios informativos siempre".

Antonio Baró, presidente de la Liga Profesional, aseguró que no va a intervenir: "Se trata de un asunto personal. Si usted tiene un compañero que le rompe los dientes, ¿le invitaría?.

En su campaña electoral, Gil tocó la fibra sensible de sus aficionados al afirmar continuamente que, con él como presidente, "el hombre del pelo blanco [Mendozal no iba a seguir llevándose todo lo bueno del Manzanares", en clara alusión a los fichajes de Hugo Sánchez y Paco Llorente y a los intentos de Mendoza por llevarse también como entrenador a Luis Aragonés. Luego, Gil culpó a Mendoza de una denuncia en el Juzgado de Delitos Monetarios acerca del fichaje de Futre, así como del saqueo de su finca de Valdeolivas (Ávila).

Según Gil, unos desconocidos destrozaron cuberterías, una colección de güisqui, se llevaron jamones, soltaron a los caballos y a una cierva le cortaron los cuernos". Entonces añadió: "Mendoza ha sido el inductor porque actúa como la KGB o Idin Amín".

Mendoza replicó con una querella, pendiente de sentencia, al igual que otra del gerente madridista, Manuel Fernández Trigo, acusado también de "inductor". Mendoza, Trigo y familiares de ambos sufrieron graves amenazas telefónicas y sus domicilios tuvieron que ser protegidos por agentes privados de seguridad contratados por el club. Precisamente, ayer se produjeron falsas amenazas de bomba y se desalojaron el Bernabéu y el Calderón.