Gun Neuman
Un delicado equilibrio entre la firmeza y el tacto
Gun Neuman sabe que su figura despierta todavía no pocas resistencias y que el éxito de su misión depende de un delicado equilibrio entre la firmeza y el tacto. Es la ombudsman para la igualdad de oportunidades de la mujer en Suecia, donde el 80% de las mujeres en edad productiva tiene un puesto de trabajo y en un momento en que la oferta de empleos supera a la demanda. Una coyuntura favorable, y, sin embargo, la igualdad de oportunidades sigue siendo un objetivo por conquistar, según la ombudsman sueca, que hoy llega a Madrid procedente de Barcelona. Conocedora profunda de la realidad laboral sueca, Gun Neuman ha accedido a esta importante responsabilidad a los 49 años.
Políticamente independiente, le halaga haber sido nombrada por el Gobierno socialdemócrata después de haber trabajado durante 16 años como asesora legal de la organización patronal sueca, "de tendencia más bien conservadora", precisa. No se considera feminista ni ha militado nunca en ninguna organización de mujeres, pero conoce a fondo su problemática laboral y social. Tampoco ha sido víctima de grandes atropellos, pero sí que ha sufrido esa discriminación silenciosa que se produce .casi siempre que es un hombre el que debe decidir quién es la persona más idónea para ocupar un determinado cargo".Cuando terminó Derecho, en 1967, quiso trabajar en un despacho de abogados, pero tropezó con un inconveniente que no esperaba. A ella no le gustaba el derecho de familia y no encontró ningún bufete dispuesto a contratar a una joven abogada que quería especializarse en derecho civil y administrativo. De modo que Gun Neuman no tuvo más remedio que presentarse a las pruebas de juez, "porque los empleos públicos se conceden según criterios objetivos establecidos y, afortunadamente, ninguna ley distingue valías diferentes en las personas por razón de su sexo". Ejerció como juez de un tribunal ordinario, pero en 1968 todavía no era demasiado habitual, ni siquiera en Suecia, que una mujer vistiera la toga. "Se notaba en las miradas de la sala", recuerda.
No le disgustaba administrar justicia, pero tampoco quería renunciar a la que había sido su opción profesional, así que cuando supo que la patronal sueca convocaba una plaza de asesor jurídico se presentó y consiguió el empleo. Ejerció como asesora legal de la patronal en cuestiones civiles y administrativas desde 1972 a 1979 y a partir de esa fecha ocupó el cargo de directora de la Federación de Industrias Suecas.
Entre empresarios ha trabajado durante muchos años y con un empresario comparte su vida privada. No tiene hijos y no ha tenido ningún tipo de dificultad para combinar la vida familiar con la profesional. "Mi marido tiene una actitud muy positiva. En casa nos repartimos todo el trabajo, procurando que cada uno asuma aquello que más le gusta. A mi marido, por ejemplo, no le gusta cocinar. En cambio, yo no me ocupo en absoluto de mi coche".
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