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Linda Timms,

una joven inglesa de 22 años, sólo podrá mandar a su novio, Paul Woods, de 24 años y preso por un delito de robo en una cárcel de Birmingham, cartas que no sobrepasen las cuatro carillas, según ha decretado el director del centro penitencIario, Peter Buxton. Linda ha escrito a diario durante las últimas siete semanas larguísimas cartas de amor a su novio, lo que ha retrasado sobremanera el trabajo de los funcionarios de la prisión, obligados a leer y censurar la correspondencia de los 1.100 reclusos internos en la prisión de Winson Green.

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