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Cristina Onassis murió de un edema pulmonar agudo

Los primeros resultados de la autopsia del cadáver de Cristina Onassis, fallecida el pasado sábado en una urbanización cercana a Buenos Aires, determinaron que la causa de la muerte fue un edema pulmonar agudo, anunció ayer el juez Juan Carlos Cardinali. Faltan aún por conocer los exámenes químico y toxicológico para determinar qué provocó el edema pulmonar causante de la muerte de la multimillonaria griega.

Todos se disputan el cadáver de Cristina Onassis, que, hasta que no se determine con claridad las causas de la muerte, parece que no podrá abandonar Argentina con destino a Grecia. Allí está previsto que sea sepultada en la isla de Skorpios, donde están enterrados su padre, Aristóteles, y su hermano, Alejandro. Los jueces se disputan el cadáver por varias irregularidades ocurridas en los primeros momentos, tras descubrirse la muerte de Cristina. La multimillonaria murió en el Country Club Tortuguitas, a 37 kilómetros de la capital, en territorio de la provincia de Buenos Aires. Este territorio pertenece al Juzgado de San Isidro. Como el cadáver se trasladó a una clínica de la capital, con la intención de reanimar a la fallecida, la autopsia se realizó allí, y entró en funciones el juez de Buenos Aires Juan Carlos Cardinali.El cadáver se ha convertido en un objeto de toma y daca de los jueces. Alberto Piotti, juez de San Isidro, parece no estar encargado del caso. Esto no fue óbice para que ayer declarase que no dejará salir el cadáver hasta que se determine con exactitud la causa de la muerte. Según Piotti, ha desaparecido un pastillero, y se necesita averiguar su contenido por si los remedios que tomaba Cristina pueden haber provocado su muerte o si se trata de un suicidio. Según declaraciones del primer médico que le atendió, la clínica Domínguez de Tortuguitas fue llamada de urgencia el sábado, entre las 10.30 y las 10.45. El médico que acudió encontró a una persona fallecida en un pasillo frente al baño. La muerta se encontraba sin ropa, cubierta con una toalla, y reposaba con la cabeza sobre el cuerpo de su ama de llaves griega. El cadáver presentaba señales de haber fallecido unos 30 minutos antes y de haber permanecido dentro del baño. Después llegó a la casa otro médico, un ginecólogo que vive en una quinta vecina. Se acordó enviar a la fallecida, con una ambulancia, a la clínica del Sol, en la capital. Mientras, los responsables de la clínica Domínguez de Tortuguitas presentaron ante la comisaría de policía de la zona una denuncia por la muerte. Desde entonces empezó la disputa por el cadáver. En Buenos Aires se esperaba para ayer la llegada del último marido de Cristina, el francés Thierry Roussel, padre de la niña de tres años Athina, heredera única de la fortuna Onassis.

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