_
_
_
_

Moscú defiende los cambios constitucionales que han provocado la reacción nacionalista

Pilar Bonet

Las comisiones legislativas del Soviet Supremo de la URSS tratan de salvar las enmiendas constitucionales que han suscitado una oleada de oposición en las repúblicas bálticas con fórmulas ambiguas que diluyen las competencias del poder central. La tensión nacionalista, por otra parte, se mantiene en el Cáucaso, donde sigue latente el conflicto entre Armenia y Azerbaiyán en torno a la región autónoma de Nagorno Karabaj. Bakú, la capital de Azerbaiyán, es escenario de un mitin continuo que se prolonga durante la noche en torno a hogueras encendidas en las riberas del Caspio, según informaba ayer el diario Pravda, órgano central del partido.

Pravda daba cuenta ayer de una sesión conjunta de las dos comisiones legislativas del Soviet Supremo de la URSS (Soviet de la Unión y Soviet de los diputados) celebrada el día 19 de noviembre en el Kremlin. (lueorgui Razumovski, miembro candidato del Politburó y secretario del Comité Central del PCUS, presidió la sesión dedicada al estudio de las propuestas y enmiendas realizadas a las modificaciones constitucionales que serán el objeto principal de la sesión del Soviet Supremo de la URSS el próximo 29 de noviembre.Las decisiones adoptadas por el Soviet Supremo de Estonia el 16 de noviembre pasado fueron asimismo examinadas por las comisiones legislativas, que cambiaron la redacción de uno de los puntos más polémicos de las enmiendas a la Constitución de la URSS, a juzgar por las informaciones facilitadas por Pravda.

Se trata del punto dos del artículo 108 de la Constitución soviética, que en la versión publicada en la Prensa del 22 de octubre prevé que las "cuestiones relativas a la composición del Estado" y la "formación de nuevas repúblicas y regiones autónomas" sean "competencia exclusiva" del Congreso de los Diputados populares de la URSS.

Redacción de recambio

La redacción de recambio propuesta en el Kremlin altera esta fórmula por otra, según la cual es competencia del Congreso de los Diputados "la toma de decisiones sobre la estructura nacional-estatal". El Congreso de los Diputados, que tendrá 2.250 miembros, es un nuevo organismo de poder previsto en la reforma de Mijail Gorbachov.Otro de los puntos constitucionales reelaborados por las comisiones excluye la enumeración concreta de los porcentajes de representación de las distintas organizaciones sociales en el Congreso de los Diputados. Tales porcentajes, que quedaban rígidamente establecidos en el proyecto constitucional, serán recogidos ahora por la ley electoral, que será examinada por el Soviet Supremo de la URSS.

Las comisiones legislativas del Parlamento estatal soviético rechazaron de plano las decisiones tomadas por Estonia. "Cada República de la Unión, siendo soberana, es al mismo tiempo miembro de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas", manifestó el jurista V. Vasiliev en el Kremlin. Éste dejó claro que en caso de conflicto entre la Constitución soviética y la legislación de una de las repúblicas federadas la primera prevalece sobre la segunda. La propiedad republicana y el derecho a veto, aprobados por el Parlamento estoniano, contradicen la Constitución de la URSS, según las comisiones.

El concepto de propiedad republicana no tiene en cuenta "que en la creación y desarrollo del complejo económico de Estonia se han invertido el trabajo y los medios de todas las repúblicas federadas, de todo el pueblo soviético". Si lo decidido en Estonia se convirtiera en un principio general, señalaba Pravda, la URSS se transformaría "en una Unión de Estados con lazos internos bastante débiles".

Mientras tanto, Estonia sigue actuando como si las opiniones de Moscú no contaran en la vida interna de la república. El sábado, el periódico Sovietskaia Estonia, órgano del partido en lengua rusa, publicaba por segundo día consecutivo las decisiones del Parlamento con el fin de que llegaran a todos los lectores.

El domingo, Pravda entrevistaba a uno de los siete diputados estonianos que habían votado en contra del derecho de veto de la república. El entrevistado, Vasili KoItakov, era un tornero de la Fábrica Dvigatel (motor) de Tallinn, cuyo personal está vinculado al Ministerio de Defensa y depende de Moscú. Koltakov trataba de desacreditar e invalidar la decisión del parlamento estoníano asegurando que los diputados habían sido amenazados.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_