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España participa por primera vez en el desarrollo conjunto de un cazabombardero europeo

España suscribió ayer su mayor proyecto de cooperación industrial y militar al firmar el ministro de Defensa, Narcís Serra, el memorándum que regula la fase de desarrollo del futuro Avión de Combate Europeo (ACE), un aparato que se pretende superior a todos sus posibles rivales. El desembolso que supone la participación española en esta primera etapa del ACE asciende a unos 150.000 millones de pesetas, y el coste global del proyecto, incluida la compra de un centenar de aparatos para la Fuerza Aérea Española a finales de la próxima década, rondará, según diversas fuentes, los 550.000 millones de pesetas.

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Cuatro meses de espera

Serra firmó el memorándum, al que sus homólogos alemán, británico e italiano ya se adhirieron el pasado mayo, al margen de una reunión en Luxemburgo del Grupo Europeo Independiente de Programas (GEIP), que agrupa a todos los ministros de Defensa de los países europeos de la OTAN con la excepción de Islandia, que no posee ejército.La reunión de ayer, la última que preside España, que cederá en enero la presidencia al Reino Unido, revistió cierta importancia porque los asistentes acordaron un plan de acción que, en opinión del subsecretario italiano de Defensa, Giuseppe Pisanu, constituye "un primer paso concreto para la integración de la industria militar europea". "Desearnos", añadió, "utilizar mejor nuestros recursos en el marco de la OTAN, no constituir un mercado cerrado". "Es la decisión de más peso que ha tomado el GEIP en sus 12 años de historia", añadió Serra.

El séquito del ministro español y el propio Serra hicieron hincapié en que tras haber comprado, años atrás, aviones de combate Mirage a Francia sin obtener muchas contrapartidas, España adquirió en una segunda etapa 72 F- 18 a Estados Unidos, logrando compensaciones al cien por cien. Ahora participa, finalmente en pie de igualdad, en el desarrollo y posterior producción de un avión muy avanzado.

A fines de siglo

Las mismas fuentes insistieron en que la investigación que se efectuará en el ACE para poner a punto sus estructuras, aviónica, radar o el ordenador de a bordo permitirá a las empresas españolas entrar a formar parte de un club restringido de la tecnología de vanguardia.

El ACE, al que España contribuye con un 13%, Italia con un 21% y la RFA y el Reino Unido con un 33% cada uno, sustituirá a fines de este siglo y principios del próximo a los Mirage F-1 y Mirage 3. El nuevo avión cumplirá los requisitos de las fuerzas aéreas de los cuatro países que lo construyen. Será, por tanto, de doble capacidad (ataque aire/aire y ataque aire/tierra). Francia no se sumó al proyecto porque lo consideraba pesado (9,5 toneladas) para sus necesidades.

Además del ACE, Serra firmó la participación española (7%) en el satélite militar Helios, que Francia inició hace tres años y al que se ha adherido Italia. El desembolso para el erario público español ascenderá a 11.500 millones de pesetas, pero el retorno industrial será del cien por cien para las firmas relacionadas (sobre todo Inisel).

El almirante español Juan Fernando Ruiz Montero, responsables de la Dirección General de Armamento, suscribió un acuerdo de cooperación con Holanda para que la Empresa Bazán y la holandesa Novesbu diseñen un buque logístico que podrá aprovisionar al Grupo de Combate de la Armada de combustible, agua, munición, víveres o, respuestos, y permitirá prolongar su permanencia en una zona de operaciones. La fase de diseño costará a España 250 millones de pesetas, y la construcción del buque 15.000 millones.

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