Los cristianos de base buscan fortalecer su coordinación frente a la involución de la autoridad eclesiastica

La búsqueda de una mayor coordinación con los sectores eclesiales cercanos, en un momento de involución eclesiástica, ha sido una de las conclusiones del VIII Encuentro Estatal de Comunidades Cristianas Populares, que concluyó ayer en la localidad de Xest (Valencia). Unas 700 personas han tomado parte en estas sesiones, que comenzaron el pasado sábado y en las que no se ha buscado la confrontación con la jerarquía, según la propia declaración final que resume lo abordado en los debates.

Los cristianos de base se muestran partidarios de que "la Iglesia sea popular y signo e instrumento de humanización y liberación, en esta sociedad nuestra pluralista y laica". En esta Iglesia, según el comunicado final de las jornadas, "el ejercicio de la autoridad debe ser servicio a la unidad y la comunión". Esta manera de ejercer la autoridad debe respetar, según el citado documento, el pluralismo, y fomentar la unidad de conversión hacia los más pobres. "No debe haber en nuestra Iglesia una idolatría sacralizadora de la autoridad que apague otros carismas, como si lo único constitutivo de ella fuera la instancia jerárquica", se agrega. "A pesar de las dificultades", afirma la nota, "no perdemos la esperanza de lograr los puntos enunciados, sin caer en la tentación de constituirnos en Iglesia paralela".Para levantar la Iglesia de base, los representantes de las comunidades cristianas popularés apuestan por una coordinación con los sectores eclesiales más próximos. Y aún van más allá cuando aseguran: "Es necesario establecer con otros sectores jerárquicos o no un diálogo franco y no la confrontación sistemática". Este fue uno de los puntos que había abordado en su ponencia sobreCómo construir la Iglesia de base el teólogo Julio Lois. Durante su intervención, el profesor del Instituto de Pastoral de Madrid ha expresado su punto de vista de que los cristianos de base no deben romper puentes ni el diálogo con la jerarquía. Esta actitud, combinada con la apertura o la convergencia con otros sectores, ayuda, en opinión de Lois, a que las comunidades no se conviertan en guetos.

El comunicado final del octavo encuentro estatal recoge otras aportaciones enunciadas por el citado teólogo en su ponencia, como, por ejemplo, el la de la presencia pública en la sociedad. Según el texto dado a conocer ayer, se debe evitar caer en el intimismo de la fe o en toda forma de neoconfesionalismo "que pudiera hacernos regresar a situaciones superadas de neocri sti andad". Por tanto, los cristianos de base apuestan por incardinarse en organizaciones laicas, frente a otros movimientos de corte espiritualista.

Los reunidos en las sesiones de Valencia expresan, asimismo, su solidaridad con quienes son víctimas de opresión o marginacíón, como los negros surafricanos o Nicaragua, que sufre "la agresión militar" estadounidense.

"En el mundo", concluye la nota, "las actitudes neoconservadoras se hacen cada vez más patentes, a la vez que se detectan en la Iglesia claros síntomas de involución respecto al aire renovador del concilio Vaticano II".