UGT reconoce en un documento interno que los convenios se han reducido a pactos salariales
UGT reconoce que la negociación colectiva se ha empobrecido y se ha visto reducida en muchos casos a meros acuerdos salariales; por ello, los responsables del sindicato afirman en un documento interno que la situación ha de cambiar para modernizar las relaciones laborales y dar mayor protagonismo a los trabajadores en la empresa.
La central ha estudiado 1.296 convenios, que afectan a 4.793.178 trabajadores. Sólo 8,7 contienen cláusulas de creació de empleo; contratos de relevo), 117; jubilación anticipada, 271; control de la contratación, 153; productividad, 116; comisión deproductividad, 70; información económica, 195; participación en beneficios, 192, y control de horas extras, 306 convenios.Estos datos se recogen en el informe de gestión que la ejecutiva confederal ha enviado a los miembros del comité confederal,máximo órgano de decisión entre congresos, antes de la reunión que tendrá lugar el viernes y sábado próximos. En el documento se recogen numerosas autocríticas a la política del sindicato, especialmente a como se han pactado las cláusulas de revisión, dado que sólo las que afectan a 1.300.000 trabajadores garantizan realmente la recuperación del poder adquisitivo ante la desviación de los precios. El secretario de acción sindical, Apolinar Rodríguez, asegura en su informe que se han cambiado esas cláusulas por incrementos salariales y ello se ha traducido en pérdida del salario real. Nicolás Redondo, aun reconociendo la responsabilidad sindical, argumenta que ha habido presiones de la Administración en la negociación colectiva.
Está previsto que el comité confederal decida los incrementos salariales que pedirá en 1989 y las condiciones para negociar un potencial acuerdo interconfederal con la patronal CEOE. Redondo, con otras palabras, insiste en la amenaza hecha hace días por Antón Saracíbar, quien afirmó que UGT dejará de negociar los salarios sobre inflación prevista si el Gobierno sigue haciendo previsiones no realistas y CEOE insiste en que no se pacte cláusulas de revisión.
"El Gobierno", afirma Redondo en su informe de gestión, "parece haber optado por previsiones faltas de base. Ello rompe el consenso establecido hace una década en torno a la aceptación de la previsión de inflación, sobre la cual ha girado toda la negociación colectiva. Cuando existe la sensación de que el Ejecutivo intenta manipular el objetivo de inflación, es diricil que se mantenga el clima de diálogo".
El secretario general de UGT afirma también que la desviación de los precios durante 1988 ha provocado que el aumento salarial pactado, que "en principio suponía el mantenimiento o ligero aumento de la capacidad de compra se ha convertido en nuevas pérdidas injustificables".
Elecciones sindicales
El responsable de organización, Antón Saracíbar, valora muy positivamente que haya aumentado la afiliación a la central, y desde el congreso celebrado en abril de 1986 cuenta con 150.000 nuevos cotizantes, que en diciembre de 1987 ascendían a 817.200. No obstante, llama la atención sobre la conveniencia de empezar a trabajar para las elecciones sindicales de 1990, de forma que se subsanen las carencias y el desgaste de algunos comités". Saracíbar pide especial atención en las grandes empresas y cita a Renfe, Iberia, Telefónica, Hunosa, Ensidesa, Astilleros Españoles, Tabacalera, Paradores, Altos Hornos de Vizcaya y los siete grandes bancos, en la mayoría de las cuales Comisiones ganó las pasadas elecciones sindicales.El secretario de organización también afirma que la comisión de conflictos ha vuelto a recobrar su actividad habitual, después que en el anterior comité confederal indicase que en el período anterior a mayo de 1988 se había batido un récord en la presentación de expedientes.
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