Una sentencia propone los anuncios de 'masajes' como terapia sexual

La Audiencia de Barcelona ha impuesto 31 años de prisión a Joan Fornells Gumá, un joven de Tarrasa de 22 años, por la violación y posterior homicidio de su ex novia, Monserrat Valls, también de Tarrasa y de 26 años de edad. En la sentencia, los magistrados entienden que si el acusado tenía un problema de frustraciones sexuales lo podía haber resuelto con tratamiento clínico o mediante los "anuncios por palabras de los diarios, que le ofrecen a su alcance un mundo de superación de estas frustraciones".

Los hechos se remontan al 10 de abril de 1987, cuando Fornells y su ex novia fueron a una finca propiedad de los padres de él, en Viladecavalls. Después de intercambiar besos y caricias, el acusado decidió conducir a la joven a uno de los dormitorios de la casa. Fornells explicó que le ató las manos a la espalda y le sujetó las piernas a cada extremo de la cama "por un impulso incontrolable". El joven utilizó un cojín para tapar la boca de su ex novia e impedir que gritara, y, una vez que consiguió eso, se percató de que ella había muerto.

De acuerdo con la confesión del procesado, introdujo el cadáver en su coche, lo llevó a un lugar "solitario y lejano", lo roció de gasolina y lo quemó.

La sentencia condena al procesado a la pena de 17 años de prisión por un delito de homicidio, otra de 14 años por la violación y 100.000 pesetas de multa por un delito contra la salud pública. Desestima la atenuante de enfermedad mental del acusado y se refiere al informe forense, que afirmaba que "no se aprecia ninguna enfermedad mental capaz de anular o disminuir su capacidad de conocimiento y voluntad".