González y Rocard discuten en la 'cumbre' hispano-francesa de París los asuntos bilaterales pendientes
F. JÁUREGUI / JOSÉ A. SOROLLA, Los "diversos aspectos de la construcción europea" constituyeron, según dijo ayer el presidente del Gobierno español, Felipe González, el tema básico de su encuentro con el primer ministro francés, Michel Rocard, y con el también jefe M Gobierno belga, el democristiano Wilfred Martens. Felipe González, cuyo viaje a la capital francesa fue anunciado con tan sólo unas horas de antelación, llegó ayer a media tarde a París, y primero se entrevistó a solas con Rocard, para , según una fuente diplomática, abordar "temas bilaterales noresueltos". González regresó a medianoche a Madrid.
Entre estos temas bilaterales se encuentra, de acuerdo con los mismos medios, el de la cooperación francesa en la lucha contra el terrorismo, aún "insuficiente", a juicio de sectores del Ministerio del Interior español. Según González, que no se mostró demasiado explícito al término de su reunión a tres, esta cooperación "marcha bien".Los proyectos industriales y de defensa, como el avión de combate francés Rafale, fueron uno de los puntos tratados en la conversación a solas con Rocard. González dijo que el Rafale y su competidor, el británico-alemán-italiano ACE (Avión de Combate Europeo), no deberán ser incompatibles para los europeos, aunque sí es difícil compaginar ambos proyectos para un país con la capacidad económica e industrial de España.
Portavoces de la Moncloa justificaron el martes la presencia de Martens (llegado anoche mismo expresamente desde Bruselas) en la cumbre por el hecho de que, tras España y Francia, será Bélgica la que ocupe la presidencia de la Comunidad Europea. Sin embargo, tal aseveración es inexacta, por cuanto será Irlanda, y después Italia, las que ocupen esta presidencia comunitaria en 1990.
La asistencia de Martens
Preguntado Felipe González por la razón de esta presencia de Martens en la improvisada reunión -altos funcionarios españoles no conocían su existencia todavía el martes por la mañana-, se limitó a responder: "Es una magnífica pregunta para Rocard". González llegó inluso a intentar explicar la asistencia de Martens con el argumento de que Bélgica deberá hacer, en 1993, el balance de todo el trabajo comunitario desarrollado hasta 1992.
Las explicaciones de la Moncloa desataron ayer un cúmulo de especulaciones acerca de la verdadera naturaleza del encuentro tripartito Rocard-González-Martens. El presidente español, que llegó a París acompañado tan sólo por su asesor Juan Antonio Yáñez, dijo que se había realizado una "reflexión extraordinariamente útil" sobre varios aspectos de la construcción europea, como la coordinación monetaria, la armonización fiscal, la dimensión social, los problemas audiovisuales y la cooperación política exterior, con especial dedicación a América Latina, y, en segundo lugar, a Oriente Próximo.
Fuentes gubernamentales españolas daban ayer como seguro que, al margen de los temas puramente comunitarios, Michel Rocard y Felipe González abordaron también algunas de las cuestiones "no resueltas" del todo en el encuentro ministerial celebrado en León los pasados días 8 y 9, en el que ninguno de los dos estuvo presente.
Proyectos a estudiar
El ya citado proyecto Rafale, la concesión a la empresa Alsthom del tren de gran velocidad Madrid-Sevilla o las aspiraciones españolas de vender a Francia 50 unidades del avión CN-235 de CASA -el Ministerio de Defensa francés ya ha adquirido ocho unidades- son otros tantos temas bilaterales sobre la mesa.
Todas estas cuestiones, además, naturalmente, de la coordinación entre los dos países que ejercerán la presidencia comunitaria en 1989, serán objeto de análisis en la cumbre hispano-francesa de Montpellier, los próximos días 23 y 24.
Además del presidente del Gobierno, Felipe González, acudirán el ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, y los de Educacion, de Cultura y de Econo mía, Javier Solana, Jorge Semprún y Carlos Solchaga, respectivamente, estos tres últimos ausentes en León.
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