Especulaciones en torno a una supuesta crisis

El mismo día que en las páginas de su diario aparece la noticia de la firma de acuerdo del tratado hispano-norteamericano por el que, con el consentimiento escrito del Gobierno, nos pueden pasar las bombas nucleares en vuelo rasante sobre nuestras cabezas.El mismo día que se insinúa que la defensa de los culpables del caso Dreyfus de la democracia española está basada en documentos falsos fabricados de encargo.

Ese mismo día, la gente se lanza a la calle a comprar El Independiente (quizá la tirada más larga de su historia) para cotillear sobre la crisis o supuesta crisis, da igual, que se desarrolla en su empresa.

Todo Madrid es un tantán de especulaciones, rumores y quinielas sobre el tapado o tapada que dirigirá el diario.

Que los periódicos, al igual que otras empresas, atraviesen etapas a lo largo de su historia, parece cosa normal. Desde The New York Times hasta Abc, pasando por Le Monde, así ha sido. Puede ser hora de que le llegue el turno a EL PAIS. En definitiva, poco importa; las obras, al final, son de sus seguidores, y los periódicos, de sus lectores.

Si el periódico sigue en la misma línea, poco importará quién lo dirija. Lo que de momento no es normal, ni parece tener remedio, es la firma que ya se ha estampado, y de la que nadie se ocupa en las conversaciones de calle.

Quiero felicitarle porque, en medio de su problema interno, ustedes siguieron con la noticia del día. Por el editorial sobre el tratado, que era el esperado, y lamentar que si éste es el país que tenemos, más preocupado por el nombre del candidato a la dirección de su diario que por la burla a la voluntad de los españoles que se ha formulado por escrito, tal vez consigamos EL PAÍS que nos merecemos.-