Nieves Rodríguez dimite como máximo ejecutivo de Caja Postal

Nieves Rodríguez, consejera delegada de Caja Postal desde que a finales del año pasado sustituyó a Luis Delso, ha presentado su dimisión al ministro de Transportes, José Barrionuevo, como consecuencia de que en el proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado no se modifica el, marco jurídico de la Caja Postal. Desde hace varios años existe la idea de transformar al organismo dependiente de Correos en sociedad estatal o en sociedad anónima para proporcionarla una mayor agilidad operativa que, según Nieves Rodríguez y su antecesor, es necesaria para que pueda competir ante la liberalización de mercados.Los anteriores titulares de Transportes a Barrionuevo -Enrique Barón y Abel Caballero- no descartaron esta posibilidad aunque tampoco la pusieron nunca en práctica. El Gobierno, por el contrario, puso en marcha el año pasado la transformación del Instituto de Crédito Oficial en sociedad estatal.

El nuevo equipo de Transportes ha considerado, según fuentes cercanas, "que lo importante son los objetivos marcados y que la forma jurídica debe entenderse como algo que ayude a alcanzarlos". En este sentido se piensa que "lo básico es que la caja siga siendo postal -lo que podría ponerse en entredicho si se transformara en sociedad estatal- y sobre todo, que por ¡e que hay que trabajar es por la rucuperación de todo lo que es Correos y lograr que no se cree un mayor malestar en todo el colectivo". En Transportes se afirina que, en cualquier caso, "existe la voluntad de privatizar Caja Postal en contra de lo que afirman algunos sindicatos".

En medios del ministerio señalaba estos días "que es Nieves Rodríguez quien tiene que tomar una decisión porque desde aquí se le ha dicho que continuara en su puesto desde que se flormó el nuevo equipo". Pero, se añadía, "si mantiene su decisión de irse en el mismo momento en que lo haga habrá una persona para sustituirla porque no vamos a dejar que se paralice minimamente la institución". Nieves Rodríguez ha decidido no pronunciarse sobre algunas operaciones ya que considera que le corresponde a quien la sustituya.