Napoleónico
Croissier se sienta en el trono de la Comisión Nacional del Mercado de Valores. Las comisiones en el mundo andan revueltas. La SEC norteamericana practica ahora el proteccionismo a ultranza y frena el acceso al mercado de los brokers europeos. El escándalo de la SBF en Francia acaba con el procesamiento de Jean François Roisrié, antiguo tesorero de la institución, por un desliz que costó 613 millones de francos. El trono de Croissier es de corte napoleónico, como la reforma que lo acompaña. Sus detractores le acusan ya de parvenu. Sus valedores, entusiastas de la gran reforma -big bang a la española- jugarán muy pronto a dealers. Pero lo que parece seguro es que, con Croissier al frente, la Comisión Nacional de Valores garantizará el juego limpio y la transparencia.
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