El Real Madrid cumplió su trámite noruego
El Real Madrid apenas tuvo que sudar la camiseta en la fría noche noruega para ganar al Moss. Los jugadores madridistas, como les pidió su entrenador, Leo Beenhakker, en la víspera de¡ encuentro, no se limitaron a pasar la eliminatoria, sino que dejaron en Noruega, como tarjeta de visita, un triunfo más en la Copa de Europa, pero con el mínimo esfuerzo. El Moss pretendió abrir una página en su historia con un triunfo ante el legendario Madrid. Una victoria frente a un campeón como el español se hubiera recordado como un hito en un país como Noruega, donde no existe el fútbol profesional. Pero su ilusión fue sólo una anécdota.El día de fiesta que los jugadores del Moss disfrutaron para preparar su choque con el Madrid no sirvió para mejorar su escasa técnica. Sobre el irregular césped de su estadio, sólo evidenciaron una perfecta preparación física. El Madrid se limitó a cumplir el trámite.
Los madridistas se vieron sorprendidos por el juego en línea de sus rivales, colocados mayoritariamente en el centro del campo, y no supieron romper esa malla noruega, que, además, impidió coordinar el juego a los pupilos de Beenhakker. La iniciativa correspondió al Moss gracias a su presión, velocidad, anticipación y sueño de ganar al Madrid. Pero estas virtudes quedaban en vanas ilusiones cuando sus jugadores se aproximaban a Buyo. Éste apenas tuvo trabajo. Sus compañeros se limitaron a dejar que transcurriese el tiempo.
Hasta el minuto 30 no se produjo el primer remate a puerta: un cabezazo de Sanchis. Las mayores y más numerosas ocasiones de peligro las protagonizó el Madrid cuando sorprendió por rapidez en el contragolpe a la defensa en línea del Moss. Pero el equipo madridista no contó con un organizador. Schuster, con Martín Vázquez a su derecha, Gordillo a su izquierda, Sanchis detrás y Gallago delante, se mostró incapaz de superar una presión continua e incómoda.
Butragueño y Hugo Sánchez intentaron sin éxito batir a Eriksen en los primeros compases del encuentro. Fue Butragueño el que después de algún remate no desperdició un balón perdido en el área noruega, con el portero fuera del marco, para abrir el tanteador. El gol aseguró la eliminatoria, ya clara con el 3-0 del partido de ida. Pero no mejoró el mal juego del Madrid, que cuatro minutos después de adelantarse en el marcador pudo haber visto anulada su ventaja con las dos únicas ocasiones diáfanas de peligro elaboradas por el campeón noruego, en las que Bachke y Haugenesen lanzaron el balón por encima del larguero.
Los jugadores del Moss, con la eliminatoria decidida, no cesaron en el segundo tiempo en su ilusión por un triunfo ante el Madrid, pero son aficionados que trabajan por la mañana en sus empresas y dedican la tarde a jugar al fútbol y no sabían que el Madrid no suele tener con sus rivales más detalle de regalo que un banderín de recuerdo en los partidos europeos. El Moss, como en las dos oportunidades anteriores en que participó en los torneos continentales, cayó, pues, en la primera eliminatoria. Sus hombres buscaron la victoria, pero con su inocente juego, pobre de recursos, no pudieron humillar a todo un firmamento de estrellas profesionales de este deporte.
El Madrid no realizó un gran partido. Su motor notó demasiado el frío de la noche noruega. Aprovechó una oportunidad para marcar y, simplemente, punto.
Camacho, un mes de baja
Camacho apenas permaneció en el terreno de juego cinco minutos. Tuvo que ser retirado en camilla al recibir un golpe. Se le apreció una profunda brecha de unos 20 centímetros en los gemelos de la pierna derecha. El capitán madridista, después de recibir 15 puntos de sutura en la herida, fue trasladado en ambulancia al aeropuerto para emprender su regreso a Madrid en la noche de ayer con el resto de la expedición blanca. Se calcula que será baja durante un mes.
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