A un año de Esquipulas 2
Un año largo de la firma del documento Procedimiento para alcanzar una paz firme y duradera en Centroamérica, resultado de los acuerdos tomados en la reunión de Esquipulas 2, el panorama aparece poco alentador.Ya a los 90 días de haberse firmado los acuerdos y de someterse a prueba el cumplimiento de los mismos, la Comisión Internacional de Verificación y Seguimiento (CIVS), compuesta en ese momento por el Grupo de los Ocho más un delegado de la OEA y de la ONU, presentó un informe constatando que el Gobierno de Nicaragua ha sido el que mejor ha cumplido con los compromisos adquiridos, en contraste con el evidente incumplimiento de los Gobiernos de Honduras, El Salvador y Guatemala. Acto seguido, la CIVS fue disuelta, trasladando su misión a los propios cancilleres centroamericanos. Al convertirse los propios Gobiernos en juez y parte de la verificación de los acuerdos se dio mayor cabida a la política del Gobierno norteamericano y a sus emisarios permanentes del Departamento de Estado. Desde entonces, la nueva comisión no verificó nada.
Es curioso constatar cómo Nicaragua está en el punto de mira internacional esperando que cometa el más mínimo error para ser señalada por las agencias de prensa, mientras que en otros países, como Guatemala, se corre un tupido velo sobre hechos más graves: cuando en Nicaragua se cierra el diario La Prensa y una emisora de radio, con la justificación de su apoyo público a la contra, las agencias de prensa y muchos Gobiernos, entre ellos el nuestro, critican severamente el hecho; mientras tanto, en poco más de un mes, en Guatemala se han cerrado dos agencias de noticias, dos informativos de televisión y una revista de orientación socialcristiana; que yo sepa, ningún medio de comunicación lo ha hecho saber y menos aún lo ha criticado.
Recientemente George Schultz declaró que, para su Gobierno, "la revolución popular sandinista sigue siendo el cáncer que hay que extirpar para que el mal no se extienda; no así los demás Gobiernos centroamericanos, democráticos y respetuosos de los derechos humanos". Frente a esta falacia cabe preguntar al Gobierno democristiano de Vinicio Cerezo dónde está la comisión para la investigación de los miles de desaparecidos prometida una y mil veces, cuál ha sido su respuesta a los planteamientos formulados por los miles de refugiados sobre sus garantías para su repatriación y la devolución de sus tierras, cuál es su actitud ante la petición de diálogo con la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca (URNG).-
