Salto hacia el optimismo
La resistencia a la baja es el principal punto de apoyo de la sesión alcista que dominó ayer el mercado de valores. El tablero de cotizaciones no sufrió demasiado tras el endurecimiento monetario que siguió a la inflación, y ahora parece dispuesto a darlo todo por descontado.La incertidumbre y la cautela con la que los mercados monetarios esperan la subasta de letras a un año que se celebrará hoy no tuvo un desarrollo paralelo en bolsa. Componentes intrínsecos y exclusivos a este mercado definieron la línea a seguir con el optimismo y las alzas como resultado.
La convicción de que muchos valores ya han tocado suelo -convicción que la autodemanda de ciertas sociedades colaboró a difundir- complementó la fe en el soporte del 270%, y aumentó los temores de los vendedores a la baja acelerando la recompra.El calor que puede proporcionar una OPA al mercado sólo puede ser superado por el que desprende el rumor de otra OPA. Y estas operaciones, presentes y potenciales, surgen por todos los rincones. Los amantes del más corto de los plazos pueden apoyar sus apuestas sobre los cada vez más numerosos valores opables. Las ofertas y fusiones ya definidas ponen el resto; nada desdeñable gracias a la compañía de los bancos, empeñados desde hace tiempo en no ceder. La confianza, la voluntad y el interés por conseguir alguna plusvalía no habrían logrado un ambiente cómo el de ayer sí no hubiesen estado acompañados por el atractivo -real- de algunos valores muy selectos tras los últimos recortes. Por último, no hay que desdeñar la inminencia del cierre del trimeste. Queda por averiguar cuánto puede durar el optimismo.
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