Una irritante versión del 'Amor brujo'
No hubo suerte en el arranque de la V Bienal de Arte Flamenco de Sevilla. La expectación que había despertado una nueva puesta en pie de la coreografia original, creada por Pastora Imperio, de El amor brujo, empezó a hacer aguas cuando gran parte del público, que había pagado 2.000 pesetas por su silla, comprobó que no veía el espectáculo.Dudo, en cualquier caso, que ese clima se hubiera logrado con lo ideado por los directores italianos para esta representación. Un escenario múltiple, un diorama anchísimo, imposibilitaba que el espectador pudiera seguir todo lo que en él ocurría si se simultaneaban acciones en los dos extremos y debía optar por un fragmento. Los fuegos de El amor brujo siempre han sido misteriosos, de conjuro, factores clave de esa atmósfera mágica sin la que esta obra no tiene sentido. Nada parecido a la traca fallera que se trajeron de Italia.
El amor brujo
Versión de Martínez Sierra. Música de Falla. Con Matilde Coral, Carmen Linares y cuerpo de baile. Grupo de cámara de la Orquesta Bética Filarmónica, dirigido por Luis Izquierdo. Dramaturgia: Mónica Maimone. Dirección: Valerio Festi. Reales Alcázares, 6 de septiembre.
Lo del sonido, en fin, debiera ser perseguible de oficio. No se pueden tolerar fallos de tal calibre en un marco de la categoría de la Bienal de Sevilla. Pagó el pato Carmen Linares, que estaba haciendo lo más hermoso de la noche, cantando de maravilla, con el acierto de hacer las partes cantadas con su voz y su rajo de cantaora.
Matilde Coral, que había tenido una actuación bastante anodina, montó al final un número absolutamente lamentable, con vivas a Pastora Imperio y perlas del género que estoy seguro a muchos de los presentes en el recinto produjeron una gran vergüenza ajena. En cambio hay que citar con elogio a la joven que hizo la parte bailada de Candela, cuyo nombre ni siquiera figura en el programa.En la primera parte pudimos escuchar una composición que resultaba agradable -Turruñuelo (suite flamenca en Fa mayor)- aunque bastante tópica, de Gualberto García, por el grupo de cámara de la Orquesta Bética Filarmónica, dirigido por Luis Izquierdo.
Babelia
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