El Ministerio del Interior prevé incorporar asistentes sociales a las comisarías e identificar a los policías
El Ministerio del Interior tiene previsto impulsar en los próximos meses una reorganización de las comisarías de policía destinada, entre otros objetivos, a separar las dependencias donde se atienda al público y las que tienen más carácter de acuartelamiento con locales para interrogatorios de detenidos, calabozos, depósito de armamento y otros servicios directamente relacionados con la lucha policial. Las oficinas policiales contarán con asistentes sociales para ayudar a las personas que acaban de sufrir una situación desagradable.
El nuevo ministro del Interior, José Luis Corcuera, ha manifestado en conversaciones privadas el propósito de acelerar la ejecución de algunos planes ya diseñados por la Dirección General de la Policía, bajo la supervisión del máximo responsable de éste área, José María Rodríguez Colorado, para incorporar a personal civil a las comisarías. En la actualidad, numerosos policías desempeñan labores administrativas no sólo en estas dependencias policiales sino en otras de ámbito estrictamente burocrático.El Ministerio para las Administraciones Públicas, que dirige Joaquín Almunia, está ultimando, al parecer, un informe solicitado por el Ministerio del Interior para saber cuántas personas son necesarias para atender el servicio del Documento Nacional de Identidad (DNI). Una vez que disponga del informe y evalúe los fondos con que podrá contar para el próximo año -la negociación entre los diversos departamentos ministeriales y el de Economía tendrá lugar durante las cuatro próximas semanas-, Interior promoverá un concurso de vacantes.
La Dirección General de la Policía prevé que las 19 comisarías de distrito que existen en Madrid queden reducidas a seis, que concentrarán la infraestructura de las brigadas: armerías, laboratorios, locales para interrogatorios y detención de los delincuentes, y otros destinados a albergar al material y personal directamente relacionado con la lucha contra la delincuencia.
Los nuevos responsables del Ministerio del Interior afirman estar especialmente sensibilizados por las protestas de los ciudadanos contra la coincidencia de delincuentes, víctimas de agresiones físicas, policías de uniforme y de paisano y denunciantes, forzados a compartir el mismo espacio.
La reorganización de las comisarías de Madrid, planificada como ejemplo y prueba, supondrá la reconversión de una docena de estas dependencias en "oficinas policiales". Éstas albergarán los servicios de atención al público, desde la realización y renovación del DNI y el pasaporte -el objetivo es que cada ciudadano tenga que acudir a la oficina más próxima a su domicilio- hasta la recepción de denuncias de delitos.
El plan de la Dirección General de la Policía prevé la incorporación a las oficinas policiales de asistentes sociales para que sean quienes atiendan a las personas que acaban de sufrir alguna situación desagradable. Interior quiere, al parecer, negociar con Ayuntamientos y Comunidades Autónomas para que colaboren en este tipo de labores.
Identilicación
Los responsables del Ministerio del Interior quieren que las personas que acudan a una oficina policial puedan identificar en todo momento a sus interlocutores. Para ello han previsto que los mandos policiales también vistan uniforme y que los funcionarios porten en un lugar claramente visible su número de identificación personal. Con estas medidas se pretende facilitar además la investigación cuando se produzcan quejas de los ciudadanos por el trato recibido.
Asimismo, la Dirección General de la Policía ha iniciado un plan de aplicación de la informática a las denuncias de delitos que, además de permitir su archivo y análisis en un ordenador, facilite la comprobación de la productividad de cada investigador policial. Es probable que esta Dirección General disponga para 1989 de unos 1.200 millones de pesetas para pagar a los funcionarios el complemento de productividad.
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