La fábrica de alcohol de El Puerto había sufrido otro incendio la semana pasada

La factoría de La Alcoholera de El Puerto, SA, de El Puerto de Santa María (Cádiz), en cuyo incendio el pasado miércoles murieron ocho personas y resultaron heridas otras tres, había sufrido el viernes anterior otro incendio, que pudo ser sofocado, según han denunciado lo familiares de uno de los trabajadores fallecidos, Lindo Lozano Ríos. La familia de este empleado ha denunciado igualmente que este trabajador no estaba dado de alta en la Seguridad Social.

El incendio del viernes, según fuentes oficiales, se produjo en uno de los emisarios subterráneos de la empresa, pero fue controlado por los propios trabajadores. Vecinos que residen junto a la factoría recibieron incluso aviso de la propia alcoholera para desalojar la zona, aunque este extremo no ha podido ser confirmado oficialmente.El fuego causante de la tragedia del miércoles se produjo sobre las 14.20, sin que hasta el momento se conozcan las causas que lo provocaron. El incendio se inició fuera de la fábrica de alcohol propiamente, en el almacén. Cuando se encontraban allí los dos trabajadores muertos, Francisco Javier Blasco Romero y el citado Lindo Lozano, estalló uno de los depósitos, y la explosión se trasmitió a otros 10 más, que quedaron totalmente destruidos.

La explosión afectó de lleno a la vivienda del capataz, José González, de 53 años, que estaba con su esposa, Angelines Muñoz de Hescalona, también de 53 años; su hija Angelines, de 14 años; un cuñado del capataz, José Muñoz de Hescalona, de 65 años, y sus dos hijos, Alfonso, de 18, y su hermano Eduardo. Esta familia era natural de Atarfe (Granada) y se encontraba de visita en la vivienda del capataz. Todos resultaron muertos.

Directivos de la compañía no se explicaban ayer la presencia de los dos trabajadores junto al depósito que originó el siniestro. Ambos pertenecían a la sección de mantenimiento y, al parecer, a la hora del suceso debían de estar en la fábrica de alcoholes. La factoría había reanudado sus actividades el pasado día 21 después de las vacaciones.

El espectacular siniestro planteó numerosas dificultades a los bomberos y demás cuerpos de seguridad, ya que se extendía por tres frentes: los depósitos, que echaban grandes llamaradas y donde se consumió un millón de litros de alcohol; el pinar adjunto, donde ardieron 15 hectáreas, y las conducciones de los emisarios subterráneos, donde el alcohol ardiendo provocaba continuos estallidos en las arquetas.

La fábrica siniestrada fue clausurada hace dos años durante cinco meses al descubrir los técnicos municipales emisarios subterráneos clandestinos, que conectaban con los de la planta de embotellado de bodegas Terry -estos legales- para ocultar así vertidos tóxicos al río Guadalete.

La corporación municipal de El Puerto acordó ayer decretar la jornada de mañana, sábado, como de luto oficial y pedir una investigación en profundidad de las causas del siniestro. Por su parte, el Ayuntamiento de Atarfe (Granada), de donde eran naturales seis de los ocho muertos, declaró ayer tres días de luto, informa Alejandro V. García.

El presidente del Gobierno, Felipe González, llamó por teléfono al alcalde portuense para que transmitiera a los familiares de las víctimas su condolencia.