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El fútbol argentino, acosado por la crisis económica, paraíso de los intermediarios

El fútbol argentino, acosado por la crisis económica, se ha convertido en el paraíso de los intermediarios que compran y venden jugadores por kilos, como en otros tiempos se liquidaban las vacas. River Plate, el club más poderoso del país, renovó totalmente su plantilla luego de transferir al exterior a cinco de sus estrellas en casi cuatro millones de dólares. Por su parte, el Boca, su clásico rival, se vio obligado a incorporar nuevas figuras para poder despertar algún interés entre sus hinchas, tras una de sus peores crisis.

La mueca de la supuesta euforia que transmiten los dirigentes y la Prensa especializada se tornó patética cuando hace 10 días el River anunció la transferencia de otros dos jugadores -Ruggeri y Alzamendi- por sólo 1.100.000 dólares. Un intermediario tenía colocados los dos por el precio de uno en el Logroñés, y el propio Alzamendi reconoció que "a esta altura de mi vida ya no esperaba una oportunidad así".Para que el aficionado no se sienta decepcionado y extrañe las ausencias, los dirigentes disimulan la liquidación bajo la pantalla de una renovación. Incluso sugieren que es "muy estimulante para el fútbol argentino esta expectativa que se crea antes de que comience el torneo, cuando hay muchos equipos que presentan nuevas estrellas", según ha declarado Hugo Santilli, presidente del River. Y es precisamente ese club, de unos 80.000 socios, con un presupuesto comparable al de algunas provincias, el que sirve de ejemplo para reducir la fantasía a un piadoso juego de palabras sin encanto. En menos de cuatro meses el River ha transferido a su portero Pumpido, a los defensas Ruggeri y Gutiérrez, al centrocampista Troglio y a los delanteros Caniggia y Alzamendi.

Inversión Menotti

Podrían comprenderse las razones deportivas en el caso de Alzamendi, quien se mantiene en su plenitud, aunque se acerca ya al final de su carrera. Pero Troglio y Caniggia, a sus 20 años, recién cumplida una temporada completa en la Primera División del club, después de pasar por las siete etapas previas de la cantera. Pumpido es, todavía, el portero titular de la selección, y Gutiérrez era, a su vez, el defensa central de la selección uruguaya en el último campeonato mundial, disputado en México. Cada uno de ellos podría llevar impreso en las piernas el sello que se coloca en los trozos de las vacas argentinas: "Carne de exportación".A cambio de esas estrellas, el River ha invertido en un entrenador, César Menotti. Que no juega ni maravilla, pero que habla y crea la ilusión de un fútbol argentino que ya no existe. Menotti sabe, como todo aficionado que se precie de paladear el juego, que todas las tácticas son posteriores al talento. Sin Maradona, Caniggia, Burruchaga y demás se puede jugar, claro, está probado. Como también puede uno apañárselas con muñecas inflables. Y allí están ahora todos, dirigentes y entrenadores, tratando de darle aire al próximo torneo oficial, que se inicia el 11 de septiembre. La Asociación del Fútbol Argentino ha aprobado una nueva forma de puntuar más atractivo. El sistema, que se basa en el modelo francés, incorpora la decisión por penaltis cuando un partido termina en empate. El vencedor podrá así obtener un punto más, además del correspondiente al empate.

Por su parte, el Boca, tradicional rival del River, ha recibido el apoyo de grupos económicos privados para incorporar algunos nuevos jugadores. Ninguno de ellos pertenece al club porque la junta de sus acreedores podría exigir que antes de hacer nuevas inversiones se cancelen primero las deudas, que suman unos tres millones de dólares. A su vez, la Prensa deportiva colabora anunciando ya al nuevo River y al nuevo Boca, que se enfrentarán el 18 de septiembre, en la segunda jornada de la Liga. Pero nadie se lo cree.

La lista puede continuar, hacia abajo. Con la excepción del Newell's -el último campeón de la Liga, que sólo ha vendido a dos jugadores al fútbol italiano y tiene reservas propias como para cubrir los puestos sin disminuir el nivel de calidad el conjunto-, el resto coloca a toda su plantilla en exposición de venta.

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